El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, llegará hoy a Sonora al frente de una comisión federal para investigar los casos de negligencia ambiental que ha provocado graves daños a los habitantes y a la ecología de la entidad, pero fundamentalmente para someter al rijoso panista Guillermo Padrés, gobernador del estado, quien se asume como dueño de vidas y haciendas sin más límites que su ineficiencia y su desconocimiento de la Ley.
Se trata de un asunto federal en el que el mandatario sonorense pretendía imponer su Ley, la ley de la selva, tratando de revivir remotas épocas en que los gobernadores hacían y deshacían de las entidades que gobernaban a sangre y fuego; hoy las cosas han cambiado y los mandatarios tienen que aceptar las nuevas disposiciones y acatarlas pues no es posible el uso de recursos públicos y de bienes nacionales para la satisfacción de intereses familiares, que es lo que ha hecho Padrés.
Como buen panista, no sólo ha sido negligente y prepotente, sino que ha dispuesto de los bienes de la Nación para uso personal, como el hecho de construir una presa sobre recursos nacionales y todavía dispuso de la salida de los delegados federales a quienes acusa de haberlo denunciado y de investigarlo, pero una vez que fue llamado a cuentas por la secretaría de Gobernación, ha cambiado de actitud –“entrado en razón”- y ha modificado su actitud.
Aunque el titular del Trabajo, el mexiquense Navarrete Prida cumple una función específica, al encabezar una comisión especial es evidentemente un nuevo comisionado para enderezar las cosas en Sonora donde los habitantes de un centenar de municipios son víctimas de la contaminación de ríos, aguas y bosques, por la irresponsabilidad del Grupo México; daños ambientales que, lamentablemente se multiplican por el país.
Los daños a la ecología están hecho, sólo falta el castigo para el gobernador y la minera.
TURBULENCIAS
Arrecian las protestas patrias
La disidencia magisterial arreció sus protestas en la ciudad de México y en Oaxaca en vísperas de la celebración de las fiestas Patrias, y contra lo que los negociados suponían que estableciendo un nuevo plazo –el 18 de septiembre- abandonarían sus plantones y movilizaciones, no ha sido así, según indicó el líder Rubén Núñez Ginés, aunque no se descarta que a última hora lo hagan. En Oaxaca la situación se complicó con el paro de policías en demanda de la destitución del convergente Alberto Esteva Salinas, a quien acusan de utilizar la secretaría de Seguridad Pública como una dependencia más con fines partidistas; uniformes y patrullas portan colores y distintivos de Convergencia y es obligado el conocimiento de los estatutos y programas de acción del partido del veracruzano Dante Delgado para obtener ascensos; no sólo los maestros utilizan el sindicato con fines de adoctrinamiento político, sino hasta en las mismas dependencias públicas; es decir, las instituciones que se sostienen con recursos públicos, son utilizados para fines personales o partidistas, lo cual inconformó a los policías que demandan la destitución de Esteva Salinas a quien piden se dedique a su partido y deje la seguridad pública en manos de un profesional que devuelva la tranquilidad al pueblo de Oaxaca. Como se observa, los problemas sociales en la entidad se complican porque líderes y funcionarios lejos de encontrar soluciones adecuadas, que beneficien a los involucrados, llevan agua a su molino ante la renovación de poderes de la entidad el año entrante. Seguramente el gobernador Gabino Cué valorará la permanencia de su faccioso titular de la SSP…
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