Don Fernando Calderón Ramírez de Aguilar, médico de profesión, luego de releer En Paz, de Amado Nervo, sugiere dar lectura el que debería ser, al paso del tiempo, con gobiernos idos y que llegan, amén de otras situaciones, Sin Paz:

Muy cerca de mi fin, yo te condeno vida,
Porque siempre me diste esperanza fallida,
Trato injusto y pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino
Que nunca fui el arquitecto de mi propio destino;
Porque si extraje miel o hiel de las cosas,
No porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
Cuando planté rosales, no coseché siempre rosas.
Sino las más de las veces espinas azarosas

Nunca tuve lozanía a la que siguiera un invierno:
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
Nunca tuve en cambio, algunas santamente serenas
Y todo porque, no me diste buenas
Cierto, amé y fui amado, el sol acarició mi faz.
Calentó mi dolorido cuerpo al que solo la muerte dará paz
Y descanso eterno.

Por eso, vida, no estamos en paz
Muerte, contigo no tengo querella.
Tú si eres justa, nos tratas igual
Contigo si estoy, claro, en paz.

craveloygalindo@yahoo.com.mx