CHILPANCINGO, (Al Momento Noticias).- Luego de la marcha que realizaron familiares de los normalistas de Ayotzinapa y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) a la Casa Guerrero, algunos manifestantes ingresaron por la puerta tres de la residencia oficial y realizaron pintas para exigir la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos desde hace más de dos meses.

En letras rojas se puede leer en la parte frontal del inmueble, “Ayotzi Vive” y abajo de ese letrero los inconformes colocaron la leyenda “¡Vivos se los llevaron, Vivos los queremos!”, “¡Ortega títere del Gobierno!” y “¡Nos hacen faltan 43!”.

Además colocaron imágenes de calaveras en las que se pueden leer “crimen de Estado Ayotzi duele”.

En el lugar, los padres de familia, maestros e integrantes de organizaciones no gubernamentales realizaron un mitin político informativo, y aparte de las pintas en rojo y negro no realizaron mayores desmanes, pues habían anticipado que no incurrirían en actos de violencia durante esta “jornada de lucha”.

Los padres de familia agradecieron a toda la población que los ha apoyado durante estos dos meses con la exigencia principal de que sus hijos regresen con ellos y los invitaron a “no bajar la guardia, en cualquier momento el gobierno asesino se puede ir contra todos”, advirtió una las oradoras.

A partir de hoy la residencia oficial de Chilpancingo estará abierta al público en general y por decisión gubernamental se convertirá en una casa de cultura cuyo nombre será “Elena Poniatowska”.

Los inconformes marcharon desde su plantón en el Zócalo capitalino hacia la Casa Guerrero como parte de las acciones en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Los profesores, acompañados por integrantes de organizaciones sociales agrupadas en la Asamblea Nacional Popular, arribaron a la puerta tres de la residencia del gobernador; algunos, cubiertos del rostro y con tubos y palos en las manos.

Durante la marcha, realizaron pintas donde plasmaron su principal exigencia y repartieron folletos en los que se leía un recuento de los dos meses que han transcurrido luego de la masacre de Iguala, ocurrida el 26 de septiembre, y que dejó saldo de seis muertos, 25 heridos y la desaparición forzada de los 43 normalistas.