Videgaray, más culpable que los Abarca

Francisco Rodríguez/ almomento.mx

Videgaray, más culpable que los Abarca


• El narco y la guerrilla, de luna de miel

Videgaray, más culpable que los Abarca
Periodismo
Diciembre 16, 2014 14:36 hrs.
Periodismo Estados › México Ciudad de México
Francisco Rodríguez/ almomento.mx › todotexcoco.com

Jurídica y políticamente es mucho más evidente y demostrable la culpabilidad de Luis Videgaray que la del matrimonio Abarca. El conflicto de interés, la corrupción y el enriquecimiento inexplicable del Virrey es palmario. La orden para la muerte e incineración de los 43 por parte de los Abarca, no.

‎No se ha demostrado en función de qué, fuerzas federales tenían que obedecer las instrucciones de la pareja igualteca para masacrar e incinerar a los muchachos de la Normal de Ayotzinapa, supuestamente engañados, según Jesús Murillo Karam. Decididamente, parte del negocio, apuntan las investigaciones.

En el caso del “mejor financiero del universo”, es evidente el ánimo fraudulento y las diversas violaciones legales cometidas a ciencia y paciencia para hacerse “de mulas Pedro”. Sus mismas declaraciones televisivas y boletines lo desenmascaran como un ratero y, además, prevaricador.

A confesión de parte, relevo de pruebas, reza el principio general de Derecho, ése sí, universalmente aceptado‎. El sujeto delinquió a sabiendas de que estaba violando la ley y tomándole el pelo a los mexicanos.

Es tan responsable de los delitos que se le imputan, que no existe un solo mexicano que salga en su defensa. Vamos, ni su mentor y padrino de toda la vida, el que lo llevó al paraíso mexiquense, Pedro Aspe, se atreve a reclamar su inocencia.

Y es de hacer notar que en el departamento de evasiones, trastupijes, fraudes a la ley, prevaricaciones, peculado y toda la maraña de asuntos no permitidos por la ley, Aspe debe tener un doctorado, ampliamente reconocido.

En el caso de los infelices Abarca, el asunto no es tan sencillo. Su culpabilidad no ha hecho prueba plena. Los dichos, en las ergástulas, de los que tomaron parte en los hechos, ‎los incriminan, sin ninguna evidencia.

Una montaña de averiguaciones llevadas a cabo, paralelamente a la Fiscalía, apuntan a que la orden vino de más arriba. Por encima de las facultades de esta pareja de pelmazos infelices y criminales. Por encima de cualquier sospecha.

ATRACOMULCAS, ¿NUNCA TUVIERON CASA?

Pero hasta el momento, con las nuevas indagatorias periodísticas de Anabel Hernández, que se han apoyado en documentos y evidencias contundentes, que involucran a fuerzas del orden de otro nivel, de esas que sólo obedecen al mando del de cinco estrellas, los Abarca, son punto menos que… ¡inocentes!

¿Dónde quedan las hipótesis infantiles y sin sustento de la PGR?‎

¿Dónde las incineraciones a cielo abierto? ¿Por qué tanto tiempo en esperar las resoluciones forenses de Innsbruck? ¿Por qué no declaran los otros 80 detenidos? ¿Por qué nunca ha habido reconstrucción de hechos? ¿Por qué dispersaron, por cárceles de todo el país, a los policías municipales de Iguala?

¡Puro atole con el dedo! ¿Para eso tanto misterio ministerial? ¿Para eso tantas conferencias de prensa? ¿Para eso tanto cansancio de los fiscales? ¿Han volteado al país de cabeza por la cobardía de no querer aceptar que son rateros y traficantes?
¿Han hundido al “gobierno” de este país en un descrédito nacional e internacional de antología por proteger sus pequeños hurtos? ¿Qué nunca tuvieron casa propia los Atracomulcas, que lo primero que hicieron fue robar para conseguirse una?

CORRUPTA CADENA DE MANDO

Cuando esta tribu‎ de miserables –conocida ya como La Pandilla Atracomulca– se posesionó del poder federal, daban miedo.

Borraron a todos. Se adueñaron de todas las posiciones que proporcionaban dinero y poder. Parecía que habían ganado la primera Revolución del siglo XXI. Más fieros que los obregonistas.
No dejaron una sola secretaría, ni organismo descentralizado, ni oficina del timbre, por ocupar. No sé de dónde sacaron tanta gente experta en todos los temas. A lo mejor eran parientes o amigos de sus conocidos.

Y deveras que eran buenos para la uña. Sobran testimonios de que el menos hábil estaba “reportando” a los superiores, a escasas horas de tomar posesión del changarro‎. Al subordinado que no se “disciplinaba” lo cesaban de inmediato.

Ahora se descubre que entraron a mansalva. Que no se cubrió un sólo requisito de pudor. Que no se observó una sola regla de moderación o cordura.‎ Que donde pisaron el pasto, éste no volverá a crecer jamás. Fueron inclementes e insolentes. Lo están pagando.
Que siguiendo el ejemplo ‎de sus valedores, ellos sólo ejecutaron órdenes. Lo mismo pasó en la Secretaría de Hacienda, que en Gobernación, que en Tlatlaya y en Iguala. Ejecutaron órdenes. Una cadena de mando corrupta e ignorante.

AMAPOLA, LÍNDI$IMA AMAPOLA…

¿De quién? ¿De los infelices raterillos Abarca? No. Estaba de por medio un botín de miles de millones de dólares, de esos que sirven para afianzarse en el poder, con la bendición obsecuente.‎ Estaba de por medio el tráfico de la amapola negra.

Un negocio más grande que todas las reformas estructurales juntas.‎ Más grande y más sencillo de operar. Para ladrones de poca monta, es más fácil mandar a trasegar que meterse en los vericuetos del mercado internacional del crudo o que desenmarañar los intríngulis de las telecomunicaciones.

El prestigio y el poder político de los nuevos mandarines en este país, se mide en función de la parte del “negocio” donde esté metido el evaluado en cuestión. Por ello algunos espantados se quejan de que han recibido “presiones” de altos personajes para no tocar a los narcos.

¿Será cierto que somos un país tan corrupto que sólo basta para apagar un escándalo del tamaño que nos ocupa, con la estrategia consistente en dejarlo de mencionar, y que las fiestas decembrinas cumplan con su papel cauterizador, con el apoyo de los medios y de la oposición?

‎Si los cínicos vuelven a tener razón. Si la conciencia crítica no puede florecer en este país. Si los reclamos ciudadanos no tienen cabida en este momento de México, es sólo una percepción del aparato de medios de La Pandilla Atracomulca. Para los de a pie, son cosa juzgada.

‎Los toluquitas ya decidieron que esperarán enero para dar a conocer de algunos cambios cosméticos en la alineación del gabinete. Cambios mucho menores a los que el país espera. Creen que con ofrecer como pieza mayor al Fiscal, acompañado de algunos enroques, ya la hicieron.

No olvidemos que allá afuera, el daño está hecho. Que es muy difícil que un país que ha decidido poner su futuro en manos de los intereses externos, ha sido juzgado muy desfavorablemente y que ellos son expertos en destrozar países. ‎Basta con que cierren la llave.

CULPABLES DE ESTUPIDEZ

Mientras, aquí adentro, los ciudadanos se han dado cuenta que el Presidente ya no trae ni la Banda. Qué es el hombre más débil del desierto, y se burlan de él en cuanto anuncia una posición. Somos el hazmerreir dentro y fuera.

‎Todo se refleja en una sarta de inverecundias sin cuento. Desde el puñado de policías federales borrachos que se lanzan contra los profetas en Chilpancingo… hasta los “autodefensas” michoacanos que “toman las armas”. El narco y la guerrilla, de luna de miel.

¿Y el Estado? Pintado. Escarnecido. Avergonzado. Acorralado.
¡Para eso me gustaban los mexiquenses!

Culpables de todo, y además, ¡de estupidez!

Índice Flamígero: Para El Poeta del Nopal “el crédito autorizado, / a tasa preferencial, / fue una maniobra legal / afirma el involucrado / y al verse beneficiado / con semejante prebenda / afloja un poco la rienda / para gritar, socarrón: / “ingenuos, la corrupción, / sigue en caballo de Hacienda”

www.indicepolitico.com
pacorodriguez@journalist.com
@pacorodriguez

Ver nota completa...

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.