Nombre horrible: wearable, pero qué rico sueño

Norma L. Vázquez Alanís

Constelación Andrómeda

Nombre horrible: wearable, pero qué rico sueño

Nombre horrible: wearable, pero qué rico sueño
Cultura
Enero 12, 2015 23:03 hrs.
Cultura Nacional › México Ciudad de México
Norma L. Vázquez Alanís › diarioalmomento.com

El avance de la ciencia y la tecnología ha llegado al punto de poder permitirle al ser humano controlar sus sueños, de manera que las pesadillas o trastornos por estrés quedarán en el pasado, igual que las dificultades para conciliar el sueño o el intento infructuoso para dormir placenteramente.

En un futuro ya muy cercano, las noches en vela y las pastillas para dormir formarán parte de la historia pues, aunque en fase experimental, ya se concibieron pijamas, almohadas y colchones ‘inteligentes’ capaces de regular la temperatura corporal, cambiar la rigidez de su superficie u optimizar el momento de descanso profundo.

La tecnología ‘wearable’ (usable) está en pleno desarrollo y ha encontrado en el dormir una veta explotable comercialmente, ya que según un estudio de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, entre el 20 y 30 por ciento de la población adulta en el mundo padece insomnio (en México la cifra supera el 30 por ciento de acuerdo con cifras de la Clínica del Sueño del Instituto Nacional de Siquiatría) , de manera que existe un mercado potencial para cualquier aparato o sustancia que prometa inducir a un sueño profundo y reparador.

Y es que a medida que la vida contemporánea se hace más compleja y vertiginosa, el tiempo medio de sueño se ha reducido; en el último siglo se durmió un 20 por ciento menos, es decir que se han perdido casi dos horas diarias de sueño, como revelan estudios de expertos internacionales, quienes aseguran que el 95 por ciento de la población del planeta tiene alteraciones de sueño a lo largo de su vida.

Podría decirse que el insomnio es uno de los “grandes éxitos” de la globalización, pues hasta en los países menos desarrollados el problema va en aumento, pero así como las nuevas tecnologías contribuyen a propiciar el desvelo porque se pueden llevar a la cama, también se proponen ayudar al buen dormir con una gama de mercancía que va desde las aplicaciones de sonidos relajantes y ejercicios de respiración para teléfonos móviles inteligentes, hasta el suministro de corriente eléctrica al cerebro para inducir a un ‘sueño lúcido’, en el cual la persona es consciente de lo que está soñando y hasta podría tomar el control de lo que ocurre; ello acabaría con las pesadillas.

Las opciones para relajarse y conseguir un sueño profundo están ya al alcance de quien tenga un teléfono inteligente, pues a través de aplicaciones pueden descargarse melodías relajantes especiales para conciliar el sueño, así como música asiática para meditación; también ofrecen ejercicios de respiración para reducir el estrés antes de dormir, aplicación de auto hipnosis para eliminar la ansiedad a través de un hipnoterapeuta británico, y para los menos sofisticados hay sonidos de lluvia, canciones de cuna, sonidos de la naturaleza, instrumentos musicales, duchas y burbujas, todo ello para conseguir un buen descanso.

Una innovación para estos menesteres es un dispositivo que permite controlar el ambiente ideal del dormitorio para conciliar el sueño. Se trata de una esfera que se coloca en cualquier parte de la habitación, para medir estas variables. Se conecta a un dispositivo en la almohada que registra los movimientos durante la noche a través de su acelerómetro y giroscopio, a fin de llevar el control del sueño.

Los creadores de tecnología ‘weareable’ ya están desarrollando colchones con conexión a internet capaces de cambiar la rigidez y ajustar la temperatura de acuerdo con cada ciclo de sueño, pijamas inteligentes que podrán medir el pulso cardiaco, la presión arterial y la conductividad de la piel para que el individuo duerma mejor y esté al tanto de su salud, así como almohadas especiales para optimizar el momento del descanso profundo y facilitar las funciones restauradoras relacionadas con la memoria mientras se duerme.

Respecto al empleo de corriente eléctrica al cerebro para provocar un sueño ‘lúcido’, un estudio de la Universidad Göethe de Fráncfort, Alemania, publicado por la edición en línea de la revista Nature Neurocience, apunta que la inducción de ondas cerebrales a una frecuencia específica da lugar a un sueño consciente.

Sin embargo, el grupo de científicos alemanes encabezados por la psicóloga Úrsula Voss asegura que la comercialización de dispositivos para sueños ‘lúcidos’ aún no está prevista, ya que continúa la fase de investigación en laboratorio, además de que su empleo debería estar siempre supervisado por un médico.

Voss y sus compañeros basaron su experimento de inducir una corriente, con la misma frecuencia que las ondas gamma que se producen de forma natural durante el sueño, en el cerebro de 27 voluntarios, quienes informaron haber estado conscientes de que estaban soñando. El estudio lo hicieron a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo con la técnica denominada estimulación transcraneal de corriente alterna.

Ante esta gama de artilugios para tener un descanso placentero y reparador, los futurólogos auguran que para el año 2030 los seres humanos podrían escoger sus sueños de una base de datos y dejar atrás pesadillas e insomnio. Y para aquellos que vivan para disfrutarlo… dulces sueños.

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