Me dice un queridopaisano (de los muchos que me han manifestado coincidencia con mis asegunes de la bufalada borreguil “en defensa de la libertad de expresión” con pretexto del tortuoso atentado en París y utilizado para multitudinarias manifestacions de acarreados, comenzando por los más acarreables de todo: los políticos): “Estoy de acuerdo contigo. Es evidente, por las caricaturas publicadas, que estos ‘periodistas’ más que todo estaban explotando la morbosidad sin importarles agredir a algo tan personal y sagrado como es la fe religiosa. Es asombroso aceptar que ocurran este tipo de cosas en un país que se aprecia de ser culto, lo que deja muy claro que meterse con la fe y creencia de las personas es tentar al mismísimo Diablo.” Y me manda un texto suyo en el cual describe un terrible caso en Culiacán, que ilustra “cómo se las gastan algunos periodistas cuando están en el poder”. Recurro otra vez a la clásica frase romana: Autem quod necessitas (traducida al mexicano por Juan Gabriel como “¿Pero qué necesidad?”). Hay que honrar la vieja fórmula de prudencia, no sólo editorial sino esencialmente humana: “No ofender a nadie de manera innecesaria”. Recuerda la antigua definición de "caballero": es aquél que nunca ofende a nadie... involuntariamente.



HIJOS DE PUTA

No, no me refiero a esos personajes que inmortalizó Marcelino Cereijido en su libro (“Hacia una teoría general sobre los hijos de puta”, Tusquets, 2011). Me refiero a los literalmente hijos de puta, los retoños de sangre de las señoras dedicadas a la noble profesión de ventilar soledades ajenas. Me vienen a la memoria dos nombres, por cierto los mejores de la historia reciente en sus respectivos y difíciles oficios, uno en la trompeta y otro en la stand-comedy: Louis Armstrong y Richard Pryor. El inmortal Satchmo Armstrong (1901-1971), hijo de madre prostituta y padre desconocido, fue una de las figuras más carismáticas e innovadoras de la historia del jazz y nunca se le conoció un escándalo. En cambio, de Richard Franklin Lennox Thomas Pryor III es gordo el historial estrepitoso (http://www.nacion.com/ocio/farandula/Richard-Pryor-bocon-escenarios_0_1362063789.html) “La vida de Richard Pryor fue escrita con la mano izquierda de un ángel negro, una noche borrascosa del 1 de diciembre de 1940. Poco podía esperarse del hijo de Gertrude, la ‘putifarra’ de la barriada de Peoría, Illinois, y Le Roy Pryor Jr, quien fue cantinero, boxeador y soldado en la Segunda Guerra Mundial. A los diez años, para no tirarlo a la basura, su madre lo dejó al cuidado de la abuela, Marie Carter, por entonces regente de un lupanar donde el niño mamó la leche agria de un ambiente roñoso. El sitio web de Pryor asegura que a los seis años Richard fue violado por un vecino; lo acosaron sexualmente y tuvo que ver a su madre en plenas acrobacias sexuales con el alcalde de la ciudad. Su boca era un muladar. Su lengua escupía diablos, sapos, culebras, ratas, detritus de simios, babas de sanguijuela, huevos podridos y esputos sanguinolentos. Entre 1970 y 1980 alcanzó el vértice de la fama al ubicarse como una de las estrellas más rutilantes de Hollywood. Llevó una vida tumultuosa; cinco matrimonios y siete hijos; adicto contumaz a la cocaína que consumía por kilos. El humor punzante y vitriólico de Pryor, que acumuló una suculenta fortuna, fue decayendo con los años, hasta transmutarse en una ‘chistografía’ blanda, adecuada a los núbiles oídos de los gerifaltes de Hollywood, capaces de convertir el oro en barro.”

EXPOSICIÓN

Mi prima Rosario Peña Fárber de Gass inaugura este jueves 5 de febrero su exposición “Los colores de la alegría”, en el Museo de Arte de Mazatlán.

OOOOOOMMMMMM
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.

HUECONOMÍA
Hoy viernes a las 2 de la tarde pasa por canal 40 mi capsulita de brujería apantallatarugos, errrrrrrr, macroeconomía científica. Quizá quieras verla; a veces se me escapan ideas más o menos útiles, ciertamente exóticas para la absurda concepción económica al uso, y tan simples que las puede entender cualquiera menos doctorados en economía. Puedes verlas en internet: http://www.proyecto40.com/videoteca/finanzas/hueconomia/

Es economía como si la gente importara, lo que los economistas olvidaron hace décadas.



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