“México merece algo mejor” que Peña Nieto: The Economist

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“México merece algo mejor” que Peña Nieto: The Economist


Critica el actuar del gobierno federal ante los escándalos de supuestos conflictos de intereses

“México merece algo mejor” que Peña Nieto: The Economist
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Enero 23, 2015 21:13 hrs.
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GRAN BRETAÑA, (Al Momento Noticias).¬ “México merece algo mejor” que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, advirtió el semanario británico The economist.

En el artículo de opinión El pantano mexicano, publicado en su versión impresa y reproducido en su sitio web, The Economist critica el actuar del gobierno federal ante los escándalos de supuestos conflictos de intereses, como la casa de Angélica Rivera, la de Luis Videgaray y la del mismo Peña Nieto, a quien acusa de practicar el “cinismo”.

Señala que en un mensaje de nuevo año el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se comprometió a trabajar para “liberar” a su país de la delincuencia, la corrupción y la impunidad. Su gabinete ha establecido debidamente estas como sus prioridades. El mensaje es lo correcto, pero, por desgracia para el señor Peña, los mexicanos ven cada vez más cínico el mensaje.

Agrega que México todavía está indignado sobre la respuesta del gobierno por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas y su aparente asesinato por parte de narcotraficantes.

“La investigación del caso parece haberse estancado. La principal respuesta política del señor Peña a la masacre es una propuesta de enmienda constitucional para abolir las policías municipales.

Pero el Congreso no lo aprueba, entre otras cosas porque algunos son menos corruptos que las fuerzas estatales, que tomarían su lugar”.

Indica que en defensa del gobierno, el Estado de Derecho no se puede crear en México de la noche a la mañana. “Tomará años, quizá décadas, para limpiar y fortalecer la policía del país. Pero sus críticos creen que Peña Nieto está esquivando la tarea más importante: para castigar a los jefes políticos corruptos que son cómplices en el crimen organizado. Y el propio gobierno está manchado por el escándalo”.

The Economist, apunta que el último escándalo, fue la información publicada por el Wall Street Journal, que en 2005, Peña Nieto compró una casa a partir de un pequeño constructor que ha ganado una gran cantidad de contratos de su gobierno. “Esto sigue a la revelación de que Luis Videgaray, el secretario de Hacienda, compró una casa en 500 mil dólares en un club de golf de moda con una hipoteca del vendedor, una empresa propiedad de Juan Armando Hinojosa. El empresario ha recibido mucho trabajo por parte del gobierno federal y previamente del estado de México, cuando Peña Nieto fue su gobernador y Videgaray fue secretario de Hacienda”.

Esto apunta The Economist, confirmó la estrecha relación entre la administración y el Grupo Higa, imperio de negocios del señor Hinojosa. “En noviembre, el gobierno canceló abruptamente un contrato de 3.7 mil millones de dólares para un tren de alta velocidad adjudicado a un consorcio que incluye a Grupo Higa.

Días más tarde se supo que palaciega casa privada del presidente había sido comprado con una gran hipoteca concedida a la Primera Dama por el grupo”.

Agrega que tanto Peña Nieto, como Videgaray insisten en que no han hecho nada ilegal. Se están perdiendo el punto. En las democracias modernas, cuyas filas México aspira a ingresar, el tipo de “rascarse las espaldas mutuamente” parecen haber participado en con Grupo Higa es visto como un comportamiento inaceptable.

El artículo de The Economist, apunta que si se toman en serio la lucha contra la corrupción y los conflictos de intereses, los líderes políticos de México podrían mirar a Brasil. Petrobras, la petrolera estatal de Brasil, está envuelta en un escándalo mucho más grande que involucra sobornos de quizás 4 mil millones de dólares en la última década. Los fiscales creen que gran parte del dinero fue para el Partido gobernante y sus aliados de gobierno.

La presidenta, Dilma Rousseff, presidió el directorio de Petrobras durante gran parte de este período.

“Gracias a feroces fiscales y tribunales independientes, y una nueva ley contra el soborno, los brasileños pueden estar seguros de que el delito de Petrobras será investigado y castigado, incluso eran el camino para llevar a Rousseff a sí misma. En 1992 un presidente brasileño fue sometido a juicio político por corrupción; más recientemente, varios ministros se han visto obligados a dimitir por contratos dudosos o enlaces no éticos a las empresas privadas.

Decenas de directivos de empresas de construcción bajo contrato con Petrobras se enfrentan a cargos criminales”.

Para este tipo de cosas, señala The Economist, “se hacen pensable en México, se necesitan varios cambios. Las propuestas de la oficina de un fiscal independiente y organismo de lucha contra la corrupción debe ser la vía rápida (tristemente, los partidarios del señor Peña Nieto quieren que el último bajo el control del gobierno).

El segundo elemento que falta es la responsabilidad política. Nadie ha asumido la responsabilidad y renunció por las fallas de seguridad, el contrato del tren poco fiables o los conflictos de intereses.

Indica que el índice de aprobación de Peña Nieto ha caído un 40 por ciento, cerca de la más baja jamás para un presidente mexicano.

Añade que sus audaces reformas económicas aún pueden traer recompensa política. Divisiones de la oposición pueden ayudarle a ganar las elecciones del Congreso en junio. Pero en los últimos meses han socavado la autoridad que él utiliza para asegurar las reformas.

Y las encuestas sugieren que la participación en las elecciones será triste, la principal beneficiaria del cinismo del presidente está engendrando puede ser Andrés Manuel López Obrador, un populista mesiánico que dos veces ha estado a punto de ganar la presidencia. México se merece algo mejor”.

The Economist evalúa que México necesita dos elementos principales: acciones como una agencia anticorrupción y “responsabilidad política”.

“Nadie ha asumido la responsabilidad y renunciado por las fallas de seguridad, por el sospechoso contrato del tren o por los conflictos de interés. Nadie ha vetado a Grupo Higa de los contratos gubernamentales mientras es investigado de forma independiente, aunque sea sólo para demostrar su inocencia”, apunta el medio, que ve como “el principal beneficiario del cinismo que el presidente está engendrando” a Andrés Manuel López Obrador.

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