No se olvidan

Carlos Ravelo Galindo

En las Nubes

No se olvidan

No se olvidan
Política
Febrero 25, 2015 15:11 hrs.
Política Nacional › México Ciudad de México
Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

En recuerdo de don José Vicente Aguinaco Alemán y su esposa doña Guadalupe Bravo de Aguinaco. Ambos, juntos ya, disfrutan del Cielo. Y un saludo fraterno a sus hijos Patricia, Magdalena, Vicente, Dolores, Fabián y Guadalupe.
Por cierto un día como hoy, hace cuatro años, murió Juan Pablo II. El, como sucesor de San Pedro, fue quien desde la Basílica de Guadalupe, externó lleno de emoción:
“México, Creo en ti”. Nadie puede olvidarlo.
¡Hola, soy Lolek! Me conocieron también como Karol Wojtyla. Nací un 18 de mayo en Wadowaice, Polonia. Ella, mi madre que se llamaba Emilia me dio el mejor regalo, la vida. Mis papas me dejaron muy pronto y tuve que salir adelante solo; bueno eso creía yo pero...
Conocí a mi mejor amigo a los 8 años y sabes… nunca me abandonó. Joven alegre, me gustaba el fútbol, la natación y era muy buen estudiante. Cuando crecí me gustaba mucho el teatro, pero mi amigo me insistía mucho en que lo siguiera y sabes, me convenció…
Me toco vivir los horrores de la segunda guerra mundial. No podía ir a la escuela porque los nazis no nos dejaban y tuve que hacerlo a escondidas. Le entregue toda mi vida a Él que un día me nombro el encargado de su empresa y entonces mi vida cambio y tal vez la tuya también.
Tenia que trabajar mucho con el apoyo de todos. Y utilizaría todas las herramientas a mi alcance. Había gente que pensaba que no era una persona normal y se equivocaba.
Hice algunos amigos… tan solo unos pocos
Alguna vez me caí… Pero por amor me levante y perdoné
Me di cuenta que no estaba solo, que había gente que compartía mi amor por la gente.
Viajé y te conocí. Estuvimos juntos muchas veces. Conocí tu País. Y entonces me percaté de que me sentía mexicano. Que me gustaba estar contigo. Pero el tiempo terminó…
Me hubiera gustado seguir aquí, contigo, pero era tiempo de ver a mi amigo y decirle, que cumplí mi misión.
Los he visto llorar. Les he visto estar tristes. Les he visto sufrir por mí. No sientan que caminan solos. No sufran. No sientan angustia. Acérquense a Dios. Y El les dará las gracias por estar a su lado. “Para demostrarle cuanto me quieren, nunca los dejaré solos. Recuérdenme con la sonrisa cuando los vi y me vieron. Ayuden a mi amigo Francisco que desde Roma seguirá con la labor de Cristo”.
Y que no se olviden que Karol Wojtyla, hoy San Juan Pablo II, se queda con ustedes hasta el final de los tiempos.
craveloygalindo@yahoo.com.mx

Ver nota completa...

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.