Negar que, además de administrar justicia, el Poder Judicial de la Federación desempeña funciones estrictamente políticas, es absurdo. Pero exageran con la corrupción, y lo que fue un avance por la reforma de 1995, hoy es un retroceso.

De idéntica manera a como los Caudillos -mucho antes de que madurara- dieran al traste con el proyecto de nación propuesto por la Revolución, los capitostes del Poder Judicial federal pudren la reforma impuesta por Ernesto Zedillo. Si el destello de libertad se alcanzó con la presidencia de Genaro David Góngora Pimentel (su comportamiento para con la madre de su hijo autista es un asunto distinto), el ocaso inició con las decisiones políticas tomadas por Mariano Azuela Güitrón, porque no estaban supeditadas a una razón de Estado, y reforzaron la impunidad.

Los casos de San Mateo Atenco y de Mario Marín vs Lydia Cacho, a los que se sumaron los de la guardería ABC y la pifia de Florence Cassez, determinan el verdadero sentido que se da en México a la administración de justicia, ratifican la necesidad de trascender la alternancia, caminar hacia la transición y reformar al Estado.

El cenit ocurrió con el nombramiento, por parte del Senado, de Eduardo Medina Mora, pues en los días previos se intensificó el cabildeo promovido desde el gobierno en su favor. Se anotó en La Jornada: “Hasta el ex presidente de la SCJN, Mariano Azuela, se ha acercado a legisladores panistas para apuntalar al actual embajador de México en Estados Unidos.

“Azuela, según se comenta, ha insistido ante senadores del PAN de la necesidad de que se vote por Medina Mora, quien como titular de la Procuraduría General de la República (PGR) presentó una acción de inconstitucionalidad contra la despenalización del aborto.

“El coordinador del PT, Manuel Bartlett, y el ex perredista Alejandro Encinas Rodríguez, dijeron que ellos no hablaron con el ex ministro Azuela, pero tienen información que el cabildeo ha sido muy intenso, porque Enrique Peña Nieto sabe que su propuesta generó gran rechazo en el propio Poder Judicial.

“De ser cierto que Mariano Azuela trata de convencer a los panistas de que apoyen a Medina Mora hay otros ministros que no están de acuerdo, señaló Encinas Rodríguez, integrante del grupo perredista”.

En los hechos el Senado se apegó a los procedimientos legales para el nombramiento, pero ello no significa que el candidato fuese idóneo ni la propuesta ética judicialmente y, además, en este caso los senadores, los representantes de los intereses de la sociedad, eligieron servir al gobierno y no a los mexicanos.