Cuando la policia detecta y detiene a un menor de edad por trasguedir alguna ley, lo primero que se piensa es en que pague su castigo y después en su reintegración social, sin considerar que los problemas detonantes de la actitud infractora de una persona son originados en en seno familiar y además se deben contemplar otros factores como los problemas emocionales y la forma en que todos los integrantes de la familia y el delincuente deben afrontar a la situación.
Para ello existen programas como en el Departamento de Prevención del Delito (DPD), de Chimalhuacan donde ofrecen atención psicológica gratuita a un promedio mensual de 200 familias con el fin de disminuir conductas antisociales en los hijos.
Los psicólogos y trabajadores sociales del DPD atienden a jóvenes que han incurrido en alguna falta, quienes acuden a sesiones individuales o grupales, con sus familiares, para evaluar y corregir su comportamiento.
El personal establece un vínculo de comunicación entre padres e hijos y promueven valores como honestidad, respeto y compromiso, por mencionar algunos, pues la falta de comunicación entre las familias es el factor principal para que en el núcleo existan problemas que pueden desencadenar conductas antisociales como alcoholismo, drogadicción y violencia.
A través de las terapias psicológicas, los miembros de la familia se comunican, involucran e interesan en sus respectivas vidas, logran entenderse y respetarse. luisayalaramos@yahoo.com.mx