Pese a que son insuficientes, los albergues o refugios para madres los programas de acción de los mismos no contemplan la atención de los hijos de las víctimas por lo que es necesario tomar en cuenta que los menores sufren física y psicológicamente tanto o más de sus mamas.
La violencia familiar se presenta en uno de cada tres hogares, lo cual afecta a más de 15 millones de niñas, niños y adolescentes que conviven diariamente bajo la sombra del maltrato ejercido directa o indirectamente de quien se supone los debería proteger, siendo generalmente el padre.
Por cada cien mujeres mayores de 15 años, casadas o en unión, al menos 47 han sufrido violencia, ya sea emocional, física o sexual y hasta el año pasado, se tenía registrado que uno de cada cinco asesinatos violentos efectuados en contra de mujeres en el territorio nacional, se cometía en casa.
La recurrencia de la violencia se debe a que la sociedad discretamente, tolera la simulación y solapa la marginación sistemática hacia la mujer y no ha sido capaz de erradicar los distintos tipos de agresión.
Actualmente diputadas promueven en el Congreso Federal un punto de acuerdo, para asegurar que estos sitios ofrezcan protección, orientación y cuidado profesional y especializado a las hijas e hijos de una madre violentada, a fin de que logren su recuperación física y psicológica, recayendo en su aplicación y seguimiento en el Instituto Nacional de las Mujeres. luisayalaramos@yahoo.com.mx