“No”, unánime al nuevo aeropuerto

Arturo Trejo Villafuerte*

“No”, unánime al nuevo aeropuerto


Se pretende construir en una zona que, desde muchos puntos de vista, no es viable: por principio es un terreno fangoso donde aún está lo que queda del Lago de Texcoco, lo que implica que las pistas se hundirán y hundirán gradualmente y será un gasto de y para mucho tiempo.

“No”, unánime al nuevo aeropuerto
Ciudad
Mayo 11, 2015 13:44 hrs.
Ciudad Municipios › México Estado de México / Texcoco
Arturo Trejo Villafuerte* › todotexcoco.com

UNO. El gobierno de EPN no ha sido claro, ni transparente. Se le han señalado comportamientos graves a él y a los suyos -llamémosle así a su familia y sus cercanos colaboradores- y sus respuestas no ha sido ni correctas ni satisfactorias.

Todo se ha quedado en declaraciones que no ilustran el real origen de “La Casa Blanca” ni de las otras posesiones que ha salido a la luz “Higa como Higa sido”. Lo que sí queda claro es de que quiere obras, porque si no obras no hay sobras, y ahí está el gane de y para un gobierno gris y opaco.

Por eso se ha empeñado en hacer una obra faraónica y que ya fue el fracaso de unos de sus antecesores y cómplice en el caso de la represión y violencia contra los floristas de Atento: Vicente Fox.

DOS. El nuevo aeropuerto de la ciudad de México se pretende construir en una zona que, desde muchos puntos de vista, no es viable: por principio es un terreno fangoso donde aún está lo que queda del Lago de Texcoco, lo que implica que las pistas se hundirán y hundirán gradualmente y será un gasto de y para mucho tiempo.

Luego investigadores y antropólogos han señalado a dicha zona como un grandioso recipiente de vestigios culturales y antropológicos, ya que los primeros pobladores de la Meseta se establecieron ahí. No se ha investigado más fondo sobre esto sencillamente porque nunca hay dinero para ese tipo de asuntos, los cuales siempre pasan a segundo o tercer plano.

Viene también a colación el hedor insoportable que brota incontenible del Bordo Oriente, no creo que sea una buena imagen para un aeropuerto internacional recibir a los turistas con una pestilencia de todos los diablos.

Esa zona no cuentan con buenas vías de comunicación: sólo la cara y boluda autopista Peñón-Texcoco.

Afectaría gravemente a las muchas escuelas que están cerca de la zona: la Preparatoria 100 de la UAEM y la Universidad Autónoma Chapingo, con el ruido constante y terrible de las turbinas de los muchos aviones que de ahí despegarían y llegarían.

Esa zona, quiérase o no, es un pulmón de la ciudad de México y desaparecería con la nueva obra.

En ella, por las mañanas, seguido y constantemente hay neblina, lo que entorpecería las maniobras de despegue y aterrizaje de las naves. Todos los que usamos la autopista Peñón-Texoco lo vemos y notamos, entonces ¿cómo un aeropuerto en una zona así?

Lo que se piensa en términos de derrama económica para la gente de la zona no sería tal, sino que al contrario aumentarían los precios de todo lo que necesitan los pobladores de la zona para su sustento.

TRES. Hay muchas más razones de peso para señalar que dicha obra será un fiasco, pero un gobierno arrogante y sordo como el de EPN, no las oirá. Se le ha señalado con justeza la conveniencia de hacer esa magna obra en las llanuras de Tizayuca, pero la antidemocracia disfrazada de democracia sólo se escucha a sí mismo, por lo que son palabras vanas para oídos sordos.

CUATRO. Mientras tanto, los grupos del narco se vuelven más insolentes y muestran su poder derribando helicópteros blindados con armas de gran calado. Ellos van en armamento a diez pasos más adelante que las autoridades mexicanas.

Seguido nos machacan el cuento de que se han capturado a más cabecillas del narco, pero si no se ataca lo fundamental de esa estructura delictiva, lo económico, seguirá vigente la llamada “delincuencia organizada” que a ciencia cierta no se sabe si se habla del nuevo PRI o de los narcos y sus diferentes ramificaciones en los negocios.

CINCO. No se combate a la violencia con violencia sino con inteligencia, cuestión que está muy lejos del grupo que nos (des) gobierna. Hace falta trabajo, seguridad social y de la otra, buenos sueldos, reactivación de la economía nacional y no sólo esperar que Estados Unidos nos saque de los atolladeros como hasta el momento lo han planteado Cartens y Videgaray. Hay que leer a David Ricardo, a Kar Marx, para entender que el verdadero generador de la riqueza es el trabajo y no el capital. Pero ¿cómo esperar eso de ellos que ni siquiera saben leer?

SEIS. Los Estados Unidos Mexicanos ya están formados por 34 Estados y un Distrito Federal, los dos más reciente que se agregan a la unión son el Estado de Lagos de Moreno y el Estado de León, Peña dice. Otro yerro más en medio de decenas de yerros.

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* Profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo y miembro del IISEHMER de la misma institución. Sus más recientes títulos publicados son: Árbol afuera (poemas, antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2013. 124 pp.), Amar es perder la piel (Ed. Molino de Letras-UACH, México, 2013. 194 pp.), Lámpara sin luz (novela, Fondo Editorial Mexiquense, México, 2013. 267 pp.), Árbol afuera (poemas, antología, Cofradía de Coyotes, México, 2013. 108 pp), Abrevadero de Dinosaurios (antología de minicuentos, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2014. 110 pp.) y Cartas marcadas (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2014. 112 pp).

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