Marginar a Rubido, un gran error

Jorge Herrera Valenzuela

R A F A G A

Marginar a Rubido, un gran error

Marginar a Rubido, un gran error
Política
Julio 28, 2015 13:26 hrs.
Política Nacional › México Ciudad de México
Jorge Herrera Valenzuela › diarioalmomento.com

El rumor circula por varias oficinas y para variar salió de Los Pinos, sede del poder absoluto de Aurelio Nuño Mayer. La versión se esparce hasta la frontera norte y cada hora que transcurre me inquieta porque se dice que Monte Alejandro Rubido García dejará la titularidad de la Comisión Nacional de Seguridad.
Conocí al licenciado Rubido García hace más de veinte años. El gobernador Emilio Chuayffet Chemor lo nombró director de la Unidad de Información y Análisis; su trabajo ligado íntimamente a la seguridad interna del Estado de México. El hombre, abogado egresado de la UNAM, sabía ejecutar su trabajo, siempre amable, discreto, hermético y con una sonrisa dibujada en su blanco rostro.
Varias tardes nos encontramos en el segundo tendido de sombra de la Plaza México e intercambiábamos cordiales saludos con otro vecino taurófilo, Julio César Tego. Jamás hablábamos de trabajo. El licenciado Monte Alejandro, hoy de 61 años de edad, no es un improvisado en el servicio de inteligencia. Fue alumno del Instituto de Inteligencia y Operaciones de Israel, cuyos cursos teóricos y prácticos tienen reconocimiento internacional. También acudió a cursos de especialización en la Federal Bureau of Investigation (Oficina Federal de Investigaciones) y en Agencia Central de Inteligencia, la CIA.
Antes del 20 de marzo de 2014, cuando Rubido García asumió el mando de la Comisión Nacional de Seguridad, supimos de que fue Secretario General y Director General del Centro Investigación y Seguridad Nacional, el CISEN, del cual fue uno de los fundadores en 1989 junto con el oaxaqueño Pedro Vásquez Colmenares. En la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública Federal también tuvo importante desempeño, sin mezclarse en los actos de corrupción cometidos por Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, quienes cuentan con la protección del Presidente Enrique Peña Nieto, porque de otra manera los hubieran “ajusticiado” por el caso de la francesita apasionada o de otros montajes televisivos que presentaron, durante el sexenio calderonista, para informar “de los casos resueltos”.
La gestión del abogado, nacido en el Distrito Federal, en su calidad de Comisionado Nacional de Seguridad, transformó radicalmente la imagen de esa institución y es notorio el trabajo serio que ha realizado, pese a la intervención de algunos funcionarios como el todólogo Luis Enrique Miranda Nava, el subsecretario de Gobernación mismo que fracasó como interlocutor con los dirigentes de la funesta CNTE. Tiene un equipo de inteligencia eficaz en la persecución, localización y aprehensión de elementos de la delincuencia organizada; Monte Alejandro tiene el respeto entre los marinos, los militares y los ministeriales federales, porque él ha guardado la distancia en el desempeño oficial.
Separarlo de la Comisión Nacional de Seguridad, aceptándole la renuncia que se dice ya presentó, es cometer un craso error en los momentos más críticos que se encuentra el país, no nada más por la espectacular y protegida fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el narcotraficante que ha escapado de dos penales clasificados de alta seguridad, sino por la lucha en los Estados que siguen bajo la ley de la delincuencia organizada y también de la desorganizada.
Baste recordar que la noche del sábado 11 de julio el licenciado Rubido García estaba por abordar el avión con destino a París, cuando recibió en su celular la noticia de que “El Chapo” había decidido dejar la celda número 20 de la prisión ubicada en Almoloya de Juárez, Estado de México, conocida como “El Altiplano”. Monte Alejandro decidió no viajar, lo que revela su sentido de responsabilidad y sin ampulosa declaración enfrentar la crisis que producía la fuga, pero parece que eso no cuenta para el Presidente Peña Nieto.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Seremos, indirectamente, testigos de que el Presidente Enrique Peña Nieto acepte la renuncia del único servidor público honesto, experimentado y leal al sistema gubernamental?

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