A los ocho cambios en el equipo de colaboradores que llevaba en junio pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto sumó diez movimientos más, a unas horas de enviar su informe de gobierno. Por más que quiera ser objetivo, no encuentro una explicación a los enroques y sí en cuanto a cumplir las ambiciones del joven Aurelio Nuño Mayer, quien de jefe de la Oficina de la Presidencia pasa a ocupar la Secretaria de Educación Pública.
Dos de los miembros del gabinete legal que estaban destacando, por el buen desempeño de sus respectivas encomiendas, fueron removidos: José Antonio Meade Kuribreña y Claudia Ruiz Massieu Salinas; él deja Relaciones Exteriores y ella sale de Turismo. Meade despacha en la secretaria de Desarrollo Social y su anterior asiento ahora es de Claudia. No faltan los que candidatean para el 2018 a Meade, porque de ahí salieron Luis Donaldo y Josefina Vázquez Mota, así como el precandidato Ernesto Cordero Arroyo.
La experredista Rosario Robles Berlanga creía que seguiría en la Sedesol, pero su protector decidió ponerla para resolver asuntos agrarios, territoriales y urbanos. La verdad es que la exjefa de Gobierno del D.F. entra a un terreno desconocido para ella y es la tercera titular de la Sedatu, porque Jorge Carlos Ramírez Marín prefirió ser diputado plurinominal y don Jesús Murillo Karam tomará merecido descanso, al igual ocurre con el mexiquense Emilio Chuayffet Chemor, quien debe atender su salud.
Juan José Guerra Abud feliz de la vida, porque ciertamente estar en los asuntos de la Secretaria de Mejoramiento del Ambiente no daba pie con bola. El que fuera jefe de Peña Nieto, allá por 1993 en Toluca, espera que el Senado de la República lo apruebe como embajador de México en Italia. Mientras tanto Enrique Martínez y Martínez tendrá tiempo suficiente para inspeccionar los 217 millones de metros cuadrados, de sus 16 ranchos, sin los problemas que hay en la Secretaría de Agricultura y que le heredó al exgobernador queretano José Eduardo Calzada Rovirosa, a quien le faltaron 31 días para culminar su sexenio y se evitó entregar el mando al panista que derrotó al PRI el pasado 7 de junio.
Entre “los nuevos”, dos ascendieron. El ingeniero industrial Rafael Pacciano Alamán y José Reyes Baeza Terrazas. El primero está al frente de la Semarnat, donde era subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental. El abogado Baeza Terrazas fungía como vocal ejecutivo del FOVISSSTE, antes fue presidente municipal de Chihuahua –capital--, después gobernador y más tarde diputado federal del PRI. Pacciano fue diputado federal del Verde Ecologista de México, representando a Querétaro. El campechano Renato Sales Heredia dejó de ser el Zar Antisecuestros y ahora firma como Comisionado Nacional de Seguridad, no es un ascenso pero si tendrá más publicidad, máxime si cumple su promesa de recapturar al superinteligente Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
El hijo mayor de Miguel de la Madrid Hurtado y de doña Paloma Cordero, Enrique Octavio, es el nuevo secretario de Turismo. Forjado entre los números de las finanzas y ahora exdirector del Banco Nacional de Comercio Exterior, el abogado egresado de la UNAM al inicio de este siglo fue diputado priista plurinominal. Con Felipe Calderón estuvo en la Financiera Rural. El paquete que le dejó la sobrina consentida de Carlos Salinas de Gortari, es muy pesado porque el turismo extranjero se incrementó.
Y, como dice el refrán, “los últimos serán los primeros”. Aurelio Nuño Mayer se convirtió en la figura central de los cambios e inmediatamente sus panegiristas lo pusieron como precandidato presidencial. Es el titular de la conflictiva SEP, cuyos asuntos conoce porque el Presidente Peña Nieto dispuso que entre Aurelio y el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, desplazaran a Emilio Chuayffet Chemor y ellos negociaran con los dirigentes de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Nuño Mayer sorprendió a todos, porque no tiene ningún antecedente como profesor, como pedagogo, como catedrático, pero es el hombre de amplia confianza de quien despacha en Los Pinos. A Nuño lo sustituye, en la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz.
Punto final: de acuerdo con la opinión de algunos ciudadanos, los cambios de funcionarios no implican modificación alguna en la política interior, como tampoco se ve en materia hacendaria. “Mover a México” y entrar “con muchas ganas y más fuerza” al segundo tercio del sexenio, suenan muy bonito pero la inseguridad no desaparece y la microeconomía, la familiar, cada día se minimiza.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Para qué Nuño Mayer o Meade Kuribreña sea candidato presidencial del PRI, quitarán los candados vigentes?, pues no tienen 10 años de militancia, ni cargo de elección popular.