El voyerista

Alfredo Guzmán

• ¿Cuando el estado de Guerrero iba a tronar?

El voyerista

El voyerista
Gobierno
Septiembre 24, 2015 21:29 hrs.
Gobierno Estados › México Guerrero
Alfredo Guzmán › codice21.com.mx

Algunos con ironía, dirán; ¿Más? Pues sí. Ha habido provocaciones que de haber cumplido su cometido, el estado de Guerrero, se habría convertido en el inicio de una revolución social.

Once meses del actual gobierno de Rogelio Ortega Martínez, han sido una prueba donde las estrategias, por un lado, para contener la violencia que desarrollaron grupos de todo tipo, incluidos armados, formales y clandestinos, que en muchos casos, han colocado la seguridad del estado en un tris de un rompimiento mayor.

Y por el otro construir las bases de una revolución, que desde la óptica de grupos guerrilleros, estaban dadas las condiciones de su inicio y Ayotzinapa, era la pauta a seguir. Algunos aún siguen suponiendo que las condiciones están dadas y por ello, las provocaciones han seguido caminando.

El conflicto y drama de Iguala, ha tenido momentos donde la provocación de distintos interesados, ha buscado reventar cualquier solución, acercamiento, diálogo, en busca de darle pautas, a una guerra mayor, que permita el inicio de una revolución social, que desde la óptica de grupos que tienen incidencia en Ayotzinapa, han buscado utilizar el drama de Iguala, como punta de lanza de una revolución que destruya el Estado, en busca de imponer su criterio y forma de organización política.

En la estrategia de contención, han participado actores diversos, incluidos grupos, como los estudiantes, los maestros, organizaciones como Tlachinollan y sus líderes, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), perteneciente a la Organización de los Estados Americanos (OEA). Aunque algunos suponen que grupos como los investigadores independientes, buscan más reventar las relaciones, que darle pautas a encontrar solución al drama. La iglesia católica, ha puesto su grano de arena. El gobierno federal, sigue siendo un actor, vital.

En la construcción de acuerdos, que permitiera dar cauce a evitar enfrentamientos mayores, que sangraran más al estado de Guerrero. Hay actores, como Rosa Icela Ojeda Rivera, esposa de Rogelio Ortega, cuyo papel, ha ayudado a distender un poco el conflicto, con los familiares afectados.

Cabe reconocer que Ángel Heladio Aguirre Rivero y su pandilla, dejaron la casa tirada, las arcas saqueadas y un estado de cosas, que aún se manifiestan, provocando daños al estado. Y lo que falta.
Si hubiera sido otro gobernante, sin duda que la mano dura, ya hubiera generado más y mayor violencia.

El gobierno de Rogelio Ortega Martínez, es resultado de un conflicto. O sea del movimiento. Aunque en un principio, el movimiento lo supuso una imposición. El tema número uno ha sido, el tema de los desaparecidos. En principio, se rechazó la represión, como forma de solución. El gobierno federal propuso detener en los momentos más álgidos de la agitación social a 40 líderes del movimiento. Rogelio Ortega rechazó el tema y propuso se renuncia como gobernador. El gobierno federal, no la aceptó. Eso evitó otra tragedia.

El tema de los desaparecidos, ha sido tratado por este gobierno, de manera solidaria, como acompañantes como coadyuvantes.
Las provocaciones que nunca se hicieron públicas y que buscaron romper la frágil paz en el estado, ocurrieron, una cuando se anunció que un numeroso grupo de estudiantes de Ayotzinapa, caminaba por la carretera, e incendiaría Chilpancingo, emulando Roma o ciudades en crisis. Se hizo correr el rumor y las fuerzas de seguridad, estuvieron atentos, pero cuando se detectó que era una provocación que buscaba el enfrentamiento, se desactivó.

Otro, fue cuando los estudiantes, organizaron un concierto solidario en Chilpancingo, cerca del mercado. Ahí estaban alojados los policías federales. La provocación se montó, pero para fortuna de los ciudadanos de Chilpancingo, no hubo un solo disparo, que activara la refriega, que sin duda hubiera dejado cientos de muertos. Otro, lamentablemente oficial, fue cuando la Federación, acordó detener a 40 líderes del movimiento. Y cuando se enteraron de que en caso de que se diera la aprehensión, la renuncia de Rogelio Ortega estaba en la mesa, la detuvieron.

Estas y otras que no se pueden mencionar, son sólo algunos de los eventos, que estuvieron a punto de convertir el movimiento, en detonante de una situación social de quiebre mayor. En una supuesta revolución. Hoy, como sea, contra viento y marea, la paz que se vive en Guerrero, es responsabilidad de muchos actores, anónimos y activos, que gracias a ello, vivimos aún en paz.

No creo que debamos agradecer a este gobierno, que la gota siga dentro del vaso y no se haya derramado. Era su obligación y la cumplieron. Aunque para algunos, este gobierno ha sido negligente, omiso, cómplice de los desmanes, hay otra óptica que ha permitido que las cosas, no se salgan de control.

En fin son visiones diferentes. Y hoy estamos aquí a punto de vivir el primer aniversario de la tragedia de Iguala. Todos debemos abonar y apostar a que las cosas no se salgan de control y a elevar nuestra tolerancia y nuestra solidaridad hacia el movimiento y hacia las víctimas. Incluidas las víctimas del engaño laboral que se da con el bono que reclaman.

Comentarios: Facebook: Voyerista Comenta, Alfredo Voyerista Guzmán y Magos de la Imagen; Twitter: Alfredo Guzmán; Messenger: voyer54@yahoo.com y voyer_guz@hotmail.com

Ver nota completa...

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.