Los narcomatones

Sócrates A. Campos Lemus

¡Qué conste... son reflexiones!

Los narcomatones

Los narcomatones
Política
Septiembre 27, 2015 20:04 hrs.
Política Nacional › México Ciudad de México
Sócrates A. Campos Lemus › diarioalmomento.com

“EL QUE SACRIFICA LA LIBERTAD POR LA SEGURIDAD, NO MERECE NI LIBERTAD NI SEGURIDAD”. Benjamín Franklin.
El sábado 26, se cumplió un año de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, los días que pasan no resuelven nada y aumentan los rencores y los dolores, aumenta la desesperación y la angustia, la fe se va perdiendo poco a poco y la confianza se debilita de tal forma que todos lamentamos lo que hoy, no veamos resultados y acuerdos en los famosos ”encuentros y diálogos”, en donde tal pareciera que se hablan lengüajes diferentes que no se entienden ni a señas. Entiendo la desesperación de los padres, los míos vivieron esa misma angustia desde el dos de octubre hasta no me acuerdo qué día ,cuando estaba en las instalaciones del Campo Militar número Uno y posteriormente, fui trasladado a Lencumberri, después de que los políticos y los policías habían cuadrado las condiciones no para encontrar los culpables de la matanza del dos de Octubre de 1968, sino, para ocultarla; los medios de comunicación en aquellos años no servían para difundir la información con veracidad, servían, como sirven aún muchos medios, para CONFUNDIR A LA POBLACIÓN. Después de muchos años sacando de aquí y de allá, vamos entendiendo lo que ha sucedido, pero no hemos encontrado la verdad. La intuimos. Por ejemplo, en el libro escrito con José García Sánchez: “LA TRAICIÓN SE VOLVIÓ GOBIERNO”, comenzamos a encontrar algunas hebras de esa telaraña, donde podemos decir con seguridad que el Informe Galeana y las memorias escritas por el General Marcelino García Barragán nos dan a entender que la gran traición se brindó desde la misma presidencia con el acuerdo del Estado Mayor Presidencial y la Secretaría de gobernación, traición que incluye el engaño del que fuimos objeto los estudiantes cuando confiando en el diálogo y en los “mensajeros del presidente: Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso Lombardo, así como la intermediación del Rector de la UNAM, habiendo acordado que: se nos respetaría la libertad, que iniciábamos las pláticas y suspendíamos el paro estudiantil y magisterial, que se establecían las comisiones para discutir los seis puntos del Pliego Petitorio y que se nos dejaba hacer, con todas las garantías, el mitin en Tlatelolco para informar a los estudiantes de los acuerdos, y suspendíamos la manifestación al Casco de Santo Tomás, todavía tomado por el ejército; se nos traicionó y se masacró a muchos estudiantes, se hirió a más y las policías se adueñaron del sitio para detenernos y hacer el gran escándalo, culpándonos a las víctimas y presentándonos como victimarios. Claro que en esa formación tenemos que entender que muchos miembros cooptados del PC mexicano y su dirigencia que había aceptado la propuesta de Luis Echeverría de que aceptaran la legalización de su partido a cambio de aceptar las maniobras realizadas por el mismo gobierno para ocultarse como el verdadero responsable de la masacre y culparnos a algunos dirigentes, les brindó un magnífico resultado ya que, a los años muchos, esos “dirigentes de la izquierda” siguen mamando de la ubre gubernamental y siguen en sus carreras políticas, ocupando puestos claves, desde donde pueden operar las mismas condiciones para enredar las verdades y que no se conozcan en la realidad.
Curiosamente, después de que todos hemos entendido de que alguna parte de la dirigencia de “izquierda” estuvo ligada a los grupos del narcotráfico en Guerrero y dieron las facilidades para que se lograran ocupar algunas alcaldías con sus operadores y encubrieran sus acciones en el gran tráfico de heroína negra de Guerrero a los Estados Unidos, logran una gran protección, inclusive, hasta con el gobernador Ángel Aguirre, y las policías y grupos de la delincuencia organizada en el país, además cuentan con la misma protección desde algunas oficinas del gobierno federal que están encargadas no de combatir sino de controlar el narcotráfico en el país, tal como se hiciera en su momento, desde las oficinas de la Dirección Federal de Seguridad y de la Policía Judicial Federal, con los acuerdos establecidos con la DEA, FBI y la CIA. Hoy, dentro de este mismo esquema, están entrampados todos, y por ello no se logra entender lo que ha sucedido en Iguala, porque están en los reacomodos del negocio de la heroína negra que ahora escurre a Oaxaca, Puebla y Chiapas. Contaminando más a toda la región.
Efectivamente, buscamos qué sucedió con los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y esto ha ocultado a los más de 35 mil desaparecidos y el que no se investiguen las muertes de más de 140 mil mexicanos que ha dejado la guerra contra el narcotráfico que aceptó y operó con las agencias de espionaje de los Estados Unidos, Felipe Calderón. El presidente está empantanado y lleno de tumbas en un asunto que él no ha generado, pero que incluye a muchos núcleos del poder y los acuerdos con Estados Unidos en el control de las drogas… no la eliminación, el control de drogas y dinero.

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