Texcoco, Edoméx.- Desde las inmediaciones del estadio de fútbol americano, al avanzar por el sendero que conduce a las instalaciones del recinto ferial se mira la portentosa entrada.

Sería un lamentable descuido que por obra y gracia de Tlaloc se pierda ese prodigio.

La maravillosa portada elaborada por un artesano de la comunidad texcocana de San Miguel Tlaixpan es un espléndido giño de bienvenida para quienes están por ingresar a la ya tradicional Feria de la Cultura en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

Co todo y que en los primeros días del evento el todopoderoso ha perdonado en el sentido de mandar cerrar, temporalmente, las compuertas de las nubes, es latente el peligro de que ese laborioso y característico trabajo de artesanía local desmerezca en el momento en que haga acto de presencia la lluvia. Sin duda, las autoridades habrán de tomar providencias al respecto. Se intuye.

Prosigue con animosidad, vistosidad y ritmo la XX Feria Nacional de la Cultura Rural, a la par de la XXXI edición de la Feria del Libro Chapingo 2015.

Toca el turno durante este domingo 4 de octubre la presentación de grupos folclóricos de Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla. De igual modo, los amantes del género musical que han impuesto las rondallas tendrán oportunidad de apreciar el trabajo de grupos de Morelos y del estado de México.

El canto y la poesía están a cargo de grupos representativos de Veracruz y Oaxaca. Al final de esta jornada Mardonio Carballo, orgullosamente oaxaqueño, hará lo propio a partir de las 22:00 horas.

Por el lado de los libros, en la Sala de Actos de la Feria del Libro está programada la presentación de “Autores de oriente”, la presentación del libro “El regreso de Eddy Tenis Boy” y un reconocimiento al escritor y periodista Gonzalo Martré. Todo esto entre el mediodía y las 16:00 horas.

Y todo indica que de nueva cuenta los presagios de lluvia son nulos, por hoy domingo. Sin embargo, no tarda Tláloc en saludar a los asistentes a esta fiesta de la cultura popular y de oferta libresca.

Probablemente, la lluvia no mate las flores y tampoco la portada de la Feria Nacional de la Cultura rural. Vale la pena cuidarlas.