“EL PODER NECESITA QUE NUNCA SE SEPA LA VERDAD” Svetlana Alexievich.
En cada acto criminal que realiza el estado ya sea por así convenir a los intereses de los hombres del poder y sus socios los poderosos en la economía o por acatar las instrucciones de los norteamericanos que, hoy por hoy, se muestran como los verdaderos amos de los hombres en el poder en el país, siempre se necesita que “nunca se sepa la verdad”… “Durante la guerra, cuando los alemanes se disponían a quemar todo el pueblo, la gente huyó despavorida al bosque. Huyeron con los niños, y, por supuesto, sin nada de comida. Se escondieron en el pantano. Aquella mujer (a la que todos daban la espalda), madre de cinco hijos, no tenía nada con qué alimentarlos. La más pequeña no dejaba de llorar. Todos tenían miedo de que por su culpa de ella los mataran, que por su llanto descubrieran dónde se escondían. Por la noche oyeron que la pequeña decía: “Mamá, por favor no me ahogues. No volveré a pedirte comida”. Cuando se hizo de día, la niña ya no estaba. Esta madre salvó a todo el pueblo, pero ellos después le dieron la espalda. Cuando me lo contaron y vi a esa anciana, me acerqué a ella y la abracé, y las dos nos sentamos junto a sus tumbas. Entendí que en la vida se dan situaciones como esa. A veces no se puede seguir mintiendo…. Pero tampoco se puede escuchar las mentiras. La mentira tiene muchas cartas: esas caras pueden ser amables, muy convincentes…. Tampoco la verdad es inmutable, tiene muchas caras y, con su nombre, nos llegan muchas cosas…”
En el caso de México me pregunto si en este país no estamos preparados para ocultar la verdades y destruir las realidades, me pregunto las razones por las que los escritores se dejan seducir por el poder o engañar por el mismo y escriben libros donde tratan de ocultar la verdad, poniendo a alguien, como en mi caso, como el traidor o el que descubre la sinrazón, no entiendo la razón por la que no se habla con la verdad y se explica que después de la “negociación” del día primero de Octubre con los negociadores del presidente: Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso Lombardo, en la casa del rector Barros Sierra, donde se acordó terminar el movimiento, hacer las seis comisiones para discutir los seis puntos del pliego petitorio, se nos permitiría realizar con plena libertad el mitin en Tlatelolco y evitar la manifestación de Tlatelolco al Casco de Santo Tomás, se hace todo un operativo encabezado por los miembros del Estado Mayor Presidencial y miembros de la DFS y de las policías, para que, desde departamentos ocupados por ellos, se realizara la matanza y se traicionara incluso a los miembros del ejército mexicano, tal como lo relata, ahora , Luis González de Alba, en su artículo: “MURIÓ EL FRANCOTIRADOR DE TLATELOLCO” y explica como Carlos Humberto Bermúdez quién llegara a ser jefe del EMP en el sexenio de Miguel de la Madrid, gracias a su silencio en esa masacre y asesinatos.
En fin, después de años de silencio y de deformaciones, de actuar como los “eternos líderes estudiantiles” o los “padrotes del 68”, podemos ver a muchos viejitos que no saben o no quieren saber la verdad, porque se les termina el cuenterete con el que han sobrevivido o bien han padroteado para mantenerse en los grupos de poder y continuar mamando del presupuesto gubernamental tan especializado para mantener a los que les sirven para ocultar la verdad. Así se dieron libros que no dicen la verdad, así se ordenó escribir otros por parte de los funcionarios de gobernación o de la presidencia para desviar la atención y lograr que la verdad se ocultara y no se conociera… pero, el tiempo, es la madre de la verdad y al tiempo apostamos muchos para aclarar las cosas y destruir los mitos y las mentiras.
Será que nuestra sociedad no está preparada para aceptar la verdad?, será que nos hacemos pendejos, todos, ante las tumbas y los ríos de sangre en los cuales chapoteamos en nuestro andar? Será que no queremos escuchar la verdad ni la queremos conocer, nos daría pena ajena y nos despertarían las ganas de tomar venganzas o de levantarnos ante las injusticias y los controles del poder. Fingimos aceptar las reglas del juego y no aceptamos que estamos ante más de 160 mil muertos en pocos años, más de 35 mil desaparecidos, en miles de tumbas, en las tragedias mayores. Tal parece que hoy, ante los miles de asesinados comenzamos a querer entender lo sucedido en el 68 o en el 71 o en la Guerra Sucia, donde los muertos no se cuentan por miles sino por cientos y nos parecen menos malos que lo que hoy vemos, y porque están los hombres del poder, criminales de su tiempo, en tiempos lejanos y no queremos tocar a los de hoy en día para llevarlos con valor ante los tribunales y tratar de frenarles en sus masacres y asesinatos. Tenemos que romper los silenciaos y despertar en contra de los miedos y de las mentiras, dejar las tragedias que por supuesto no se pueden remediar, lo que han ocasionado al escribir o por ocultar la verdad para servir a los hombres del poder… por miedo o bien por el interés, como lo vemos hoy, cuando algunos personajes de la comunicación y de la escritura son galardonados y dejan sentir que ellos han descubierto algo, cuando en la realidad lo ocultaron y favorecieron a los asesinos y lastimaron a las víctimas del poder. Poco a poco sale la verdad: compren el libro. “68: LA TRAICIÓN SE VOLVIÓ GOBIERNO” de Sócrates Campos y José García.

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