La reestructuración del Congreso del Trabajo es más que necesaria, pues realizando un análisis de sus funciones en los últimos dos años, la situación es pobre y deja mucho que desear, sobre todo por la falta de acciones y liderazgo, pero sobre todo por la falta de la acción necesaria en favor de los trabajadores, cuyo número de trabajadores sindicalizados en bajo.

Por ello se entiende la decisión que se tomó en el Desayuno de la Unidad de proceder al relevo del actual dirigente, Ramón Humberto Ojeda, lo cual deberá suceder este mes y prácticamente la próxima semana, pues la toma de nota vence en breve y no debe quedar sin dirigencia local el movimiento obrero organizado.

Además este 18 de febrero, el Congreso del Trabajo cumple 50 años de vida, y su aniversario no debe pasar de noche y sin pena ni gloria, sin ningún tipo de acto, y es muy buena fecha para realizar la elección del nuevo comité ejecutivo, uno que si funciones y que no este sólo de parapeto, ya que de continuar así sólo se mantendrá su condena a la mediocridad.

Hay que considerar que el desayuno que convocó el dirigente del Sindicato Ferrocarrilero, Víctor Flores Morales, concentró a un importante número de líderes, incluyendo a Carlos Aceves del Olmo, quien convaleciente y todo llegó como flamante secretario general de la CTM, en sustitución del finado Joaquín Gamboa Pascoe.

Ahí se habló claro y se planteó la necesidad de un cambio, ya urgente, tomando en cuenta que es un movimiento obrero organizado pobre, pues pocas organizaciones cubren sus cuotas para sostener el movimiento necesario de esa organización gremial, la más importante del ramo en todo el país.

La defensa de los intereses de la clase obrera es el principal motivo de existencia del Congreso del Trabajo, pero en la actualidad, todo parece indicar que se ha convertido en la defensa de los intereses de unos cuantos en donde los asalariados no juegan el papel preponderante que les corresponde.

Hoy Carlos Aceves del Olmo, en plena recuperación de su salud, tiene ante si el enorme reto de tomar las riendas de la principal central sindical, tras el sorpresivo fallecimiento de su amigo Joaquín Gamboa Pascoe.

Hay dirigentes que trabajan día a día por su organización, como el senador Joel Ayala Almedia, en la FSTSE ; el arquitecto Rafael Rivapalacio Pontones, en el Sindicato del Infonavit; Víctor Flores, al frente del Sindicato Ferrocarrilero y muchos líderes más que han impedido que el Congreso del Trabajo se convierta en un elefante blanco.

Y por esta y otras muchas razones hay consenso de que hace falta un fortalecimiento y su reestructuración, pues en la actualidad no se cumple ni se ha cumplido con la misión que tiene encomendado el movimiento obrero organizado.

Debe convocarse a una verdadera restructuración y que el movimiento obrero organizado sea nuevamente el verdadero interlocutor de los trabajadores con el gobierno federal, con los gobiernos estatales, con los municipales, que registre avances sólidos, concisos y legítimos y no que pase de noche, por lo obscurito, sin trascender, sin notarse y lo que es peor, sin encabezar la lucha de los trabajadores…..

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