Si alguien tiene los merecimientos superiores para ser galardonado, como así ocurrió, con la Medalla Ignacio Manuel Altamirano que otorga en forma muy especial la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, SMGE, la institución cultural más antigua de México, que preside el licenciado, Julio Zamora Bátiz, es el estupendo amigo y reconocido colega, Pablo Rubén Villalobos Hernández.

Es de recordarse, que la SMGE, se fundó en el Distrito Federal –hoy Ciudad de México-, el 18 de Abril de 1833, durante el gobierno del Doctor, Valentín Gómez Farías, en esos tiempo heroicos del liberalismo mexicano, y tuvo dos encomiendas fundamentales que cumplió a cabalidad: Construir la Carta de la República y levantar la estadística nacional para la consolidación del país como nación independiente, y analizar los principales problemas del país y, con ello, presentar ante las autoridades correspondientes, las alternativas para su solución.

Ustedes se preguntarán el porqué de nuestra aseveración inicial, la misma se basa en la similitud en muchas facetas del prócer, con la vida de Pablo Rubén, en primer lugar su entrega al magisterio, la disciplina por excelencia, ya que en verdad es una sagrada labor enseñar lo mismo al niño que al joven o al adulto y a los congéneres.

También coinciden en la oriundez de sus estudios: el Alma Mater de Ignacio Manuel Altamirano fue el Instituto Literario de Toluca y luego derecho y en el Colegio de San Juan de Letrán de la Capital de la República, Pablo Rubén Villalobos Hernández se prepara en las escuelas del Estado de Morelos, y luego en al Escuela Nacional de Maestros del D. F., recuérdese que en esos tiempo, esas tierras de Emiliano Zapata eran parte del Estado de México.

La ceremonia austera y solemne se llevó a cabo en el Gran Salón Libertador Miguel Hidalgo y Costilla, misma que encabezó Julio Zamora Bátiz, el ex gobernador del Estado de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez y el académico, licenciado Virgilio Arias Ramírez, quien fungió como secretario del acto

Lo acompañamos su esposa Laura, su hijo Pablo Rubén y demás familiares, inclusive los nietos. De Cuernavaca llegaron el decano del periodismo morelense, Benito García Barba, los colegas licenciados, Jorge López Flores y Teodoro Raúl Rentería Villa, de la Ciudad de México, José Luis Uribe y Josué Beutelespacher y el autor, entre otros.

Por cierto, la ceremonia de reconocimiento fue el preámbulo adecuado para develar el busto de Ignacio Manuel Altamirano quién fue presidente de la Benemérita Institución en el periodo 1881-1889, del escultor Cristóbal Flores y donado por el mencionado ex gobernador, Rogelio Ortega Martínez.

Qué otras coincidencias: Altamirano fue abogado, maestro, político y diplomático; Villalobos Hernández es un defensor a ultranza del gremio periodístico, la política le brota por todos lados sin perder su amabilidad que alcanza el nivel de la diplomacia. Felicidades, Pablo Rubén, bien merecido el galardón.

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx