’Nunca renuncies a tus sueños’ consejo a jóvenes Toros Salvajes de Toño Paniagua miembro del salón de la fama


Charla sostenida con Antonio Paniagua

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Julio 22, 2016 21:00 hrs.
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Jorge Treviño › diarioalmomento.com

Texcoco, Méx.- Caminando del estadio ’José Palomo Ruiz Tapia’ hacía la salida de la Universidad Autónoma Chapingo, en charla sostenida con Antonio Paniagua conocimos de su historia como jugador de futbol americano de los Toros Salvajes, su llegada al equipo, las experiencias hasta convertirse en un destacado veterano y su inducción al Salón de la Fama del Futbol americano en México en 2015.

¿Toño como fue que llegaste a Toros Salvajes?, Paniagua detiene la marcha frente a San Casmeo y refiere: yo jugué mi intermedia en los Vikingos de la Vocacional 7 del Politécnico pero veníamos a jugar como locales a Chapingo pues los Campos de Zacatenco quedan más lejos de Iztapalapa donde está la Voca 7 que Texcoco.

El campo de Chapingo nos lo ofreció Rolando Álvarez Rivas quien era entrenador en jefe de Toros Salvajes, aquí me vio Rolando y me hizo la invitación par la temporada 1981. Primero me fui a las Águilas Blancas pero allá el coach Jacinto Licea me puso en la ofensiva, eso nunca me agrado pues yo siempre jugué en la defensa, mi ilusión era entrar a liga mayor como parte de la defensiva.

Allá me cambiaron de posición incluso hasta llegue de ala defensiva porque había gente muy grande en la línea y, muy buenos jugadores, Estaba Rodolfo ’Burguer’ Moreno, Pablo Fatel, Carlos López, Miguel Ángel Vivanco eran gente grandísima, de mucho peso todos excelentes jugadores, entonces yo subiendo de intermedia llevaba 90 kilos, para competir con ellos era muy difícil.

¿Que pasó entonces sí ya estabas en Águilas Blancas la excelencia del IPN porque a Toros Salvajes?

Paniagua reanudo los pasos rumbo a la salida y al pasar por el edificio de Rectoría con la ’Circaciana’como testigo se detiene y enfatiza sobre la pregunta: Águilas Blancas tenía un promedio de peso en la línea cálculo de unos 115 kilos pero ellos eran mucho más pesados 120 o 125, muy grandes con mucha experiencia y uno de novato, llegue de ala defensiva primero, estuve entrenando bien pero luego me cambiaron fui colocado de centro, entonces decidí dejarlos, irme a los Toros Salvajes porque no quise jugar en esa posición, nunca me gusto la ofensa, siempre en la defensiva.

No les acepte estar en ofensiva, no sé quién me puso de centro ni quienes me cambiaron de posición pero el doctor Licea lo acepto, me dijeron que tenía que quedarme ahí, definitivamente LES DIJE QUE NO, (si redactas lo pones con mayúsculas eh), les dije yo juego con gusto donde sé que puedo dar más al equipo y no donde ustedes quieran por ocurrencia.

Como ya tenía la invitación del Coach Álvarez me integre a Chapingo que es una institución que quise, que quiero mucho, simplemente seguí mi voz interior hacía mi destino.

Para la temporada 1981 ya jugando en Chapingo recibimos a los Cóndores de la UNAM, fue un partido muy duro en la segunda ofensiva de ellos penetramos la línea y alcance a Fernando Langle que era el quarterback titular, lo atrape atrás y del golpe salió lesionado con fractura en cuatro costillas.

Los Toros Salvajes jugamos al máximo nivel contra la escuadra puma, el golpeo fue tan intenso por parte de Chapingo que en esa ocasión lesionamos a siete titulares de los Cóndores quienes a la siguiente semana enfrentaron y perdieron con las Águilas Blancas al no contar con su plantel completo. Hoy en día con Langle conservamos una gran amistad.

Luego regrese a las Águilas pero ya en mi posición de tackle defensivo, fui selección Politécnico, selección ideal, también jugué el Tazón Azteca.

¿Qué es el Salón de la Fama y que significa para ti?

Es un lugar a donde estamos todos los mejores jugadores que ha habido en el país, sí es importante que haya un reconocimiento hacia uno pero al final de cuentas no lo es todo, porque tu trabajas no pensando en llegar allí, tu trabajaste porque estabas haciendo lo que te gustaba principalmente.

Están allí las máximas figuras del futbol americano de México, para ingresar tienes que haber jugado tus cinco años de liga mayor, haber obtenido logros, trofeos, nominaciones como selección ideal o ser capitán por ejemplo.

¿Qué mensaje les dejas a los Toros Salvajes de las nuevas generaciones?
Tengo una enorme gratitud por la Universidad Autónoma Chapingo pues me brindó la oportunidad de cristalizar mi ilusión de jugar liga mayor como yo anhelaba, gracias al coach Álvarez que confió en mi para defender los colores azul y plata, también agradezco a los Toros Salvajes de esta ’época de diamantes’ pues eso son, por traer a Texcoco una final de liga mayor y por haberme otorgado un reconocimiento durante ese campeonato 2015, lo que demuestra que los nuevos integrantes de Toros Salvajes están conscientes que pertenecer a Chapingo es un honor que data de hace casi ochenta años.

Finalmente ya en los arcos de la entrada principal Antonio Paniagua expresó, a los chapingueros les digo que nunca, ’nunca renuncien a sus sueños’, luchen siempre por conseguirlos, en lo individual, por su equipo y por esta magnífica casa de estudios.

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