PAN partido

El PAN no sólo sufre la falta de cuadros que por descuido e intereses personales no se formaron a tiempo, sino que cada posible candidato a la Presidencia de la República representa un grupo que puede dividir el partido y crear la necesidad de votos de castigo desde adentro de esa organización.
La reciente victoria electoral puede pulverizarse ante la falta de líderes naturales de la derecha dentro de ese partido.
Carente de bases sociales, líderes sin experiencia de militancia, el PAN ha basado su impulso electoral en ser la contraparte del gobierno, una especie de fe de erratas que se instala en el conservadurismo, aunque en este sexenio el PAN quedó a la izquierda del PRI ante tantas jugarretas electorales, legislativas y gubernamentales como es el caso de las reformas estructurales que ni siquiera los dos presidentes panistas, Fox y Calderón, fueron capaces de echar a andar.
El caso es que en el PAN aseguran que la próxima Presidencia de la República les pertenece y quien aparezca como candidato de ese partido con toda seguridad será presidente o presidenta.
A pesar de que dentro del PAN se manejan muchos nombres, en realidad sólo hay dos que pudieran ocupar la candidatura de lo que ellos consideran la antesala del poder: Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle.
En otros tiempos hubieran sido candidatos de quinta, pero ahora ante la carencia de cuadros en todos los partidos políticos y el deterior de la política nacional, donde cualquiera puede ser presidente de la república, pues pueden ser los buenos e, incluso, ganar la presidencia de la república.
Cuando la frase de un peligro para México parecía privativa de la personalidad de Andrés Manuel López Obrador, la posibilidad de que estos personajes obtengan algún triunfo en cargo de elección popular, puede hacerla extensiva en la propaganda de peligro para el país.
La trayectoria represiva de Rafael Moreno Valle, su lejanía de México, porque ha vivido más tiempo en el extranjero que en el país, sus antecedentes de corrupción, su concepción de la modernidad propio de la barbarie, su ignorancia supina, su desapego histórico por México, su adicción a la represión, etc.
Ante alguien que en el nombre lleva su lastre, el apellido de su esposo y, por si fuera poco, el de sus familiares que tienen como mácula el incendio de la guardería ABC, la cual aseguran algunos fue intencional. Entre quienes afirman esto son los padres de las víctimas.
En igualdad de circunstancias lacerantes para poder llevar una campaña sana, los panistas seguramente se lamentan no haber formado cuadros, y creyendo en milagros como buenos católicos hasta la médula, consideran que su abanico de posibilidades es mayor y nombran a Ricardo Anaya, a Mariana Gómez del Campos, prima de Margarita, y los pocos cartuchos que quedan sin quemar que por muy audaz que parece mencionarlos hay panistas que insisten en colocar en esta posición a personajes como Federico Döring, Luis Castillo, hijo de Carlos Castillo Peraza, y otros que por falta de estatua y congruencia, no menciono.
El PAN puede ganar, es decir, vuelve el refrán a tomar fuerza: el tierra de ciegos el tuerto es rey.