Pegarle indirectamente a Meade

La precampaña del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, no levanta. Por más que desde Los Pinos traten de inflar una figura que, como los globos aguijoneados, saca el poco aire que le entra, por todos los pequeños hoyos. En Guerrero, esta indiferencia y hasta desdén político hacia Meade, se mide de muy distintas formas.
ASPIRANTE INCÓMODO.- Para el actual grupo gobernante tricolor de Guerrero, el escenario político favorable estaba representado con el arribo de Miguel Ángel Osorio Chong, como candidato presidencial tricolor. Pero falló el pronóstico. Y de ahí se abrieron los escenarios. Negativos en su mayoría. 1.- A la certeza de que Meade iría como el candidato presidencial del presidente Peña Nieto, y del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, los priístas guerrerenses se replegaron ante dicho mensaje. Enmudecieron. Incluso, el propio gobernador Astudillo, deseo ’buena suerte’ a dicho aspirante presidencial de su partido. Pero es evidente que el reducto de poder del actual grupo gobernante quedó ampliamente minimizado. Y quizá, esa sea la intención política de fondo del presidente Peña Nieto. 2.- Una de las primeras señales de que el año electoral no comenzaba bien para Meade en Guerrero, lo representó un albazo: la abrupta irrupción en el ayuntamiento de Chilpancingo, el lunes 8 de enero, del edil priísta con licencia, Marco Antonio Leyva Mena. La acción fue vista con mucha claridad: el ex edil nunca hubiera tomado esa decisión, de no venir cobijado políticamente. Y como ya es parte del equipo de campaña del propio candidato presidencial tricolor, se infiere que ese fue su mejor y más grueso cobertor. Ni Astudillo ni Meade declararon al respecto. 3.- Otra señal de que la debacle política alcanzó de cuerpo completo al actual grupo gobernante en Guerrero, lo representó el escándalo por el desvío de 250 millones de pesos de las arcas de Chihuahua, durante el gobierno encabezado por César Duarte Jáquez. Ese dinero se habría utilizado para financiar varias campañas electorales del PRI en 2016. La revelación puso en el centro de la polémica al canciller Luis Videgaray y al ex senador y ex presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera. Ambos, presuntos operadores y cómplices de esa corrompida trama. A ese hecho, siguió el arresto de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, ex secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y mano derecha de Beltrones Rivera, así como operador financiero de ese partido. Se le acusó formalmente de peculado, al hacer suyos 4 millones de pesos de los 250 sustraídos de las finanzas chihuahuenses. Ese hecho abre un solo escenario: la candidatura al Senado y a la alcaldía de Acapulco, se habrían caído ya, para el ex edil Manuel Añorve Baños, engrane político importante del grupo astudillista, pero sobre todo, de Manlio Fabio Beltrones. 4.- Finalmente, la renuncia a la subsecretaría de Gobierno de la Segob, del ex gobernador René Juárez Cisneros, manda fuerte la señal en dos vertientes: O René va otra vez por una diputación federal plurinominal. O ya se le cayó todo, dado que su apuesta política presidencial, era Osorio Chong. Y eso debilita también, al grupo astudillista. Como respuesta, la Fiscalía General del Estado, encarceló al ex edil priísta de Tlapa, Willy Reyes Ramos. Para seguir en la senda de atacar a miembros de ese partido. Con la obvia intención de pegarle indirectamente a Meade. Por eso, los agujeros en ese globo político se multiplican. Y ya nadie puede inflarlo.
HOJEADAS PÁGINAS…A pesar de que la Seguridad Pública en la capital, quedó en manos de la Policía Estatal, ayer martes ’desaparecieron’ de céntricas calles, al delegado administrativo de la Secretaría de Protección Civil de la entidad, Alfredo Rodríguez Córdoba, quien es hermano de la diputada local tricolor, Isabel Rodríguez, y un personaje muy cercano al círculo político del gobernador Astudillo. No hay noticias sobre su paradero.