Peña Nieto está perdido para el 2018, por necio

Los dichos de la abuela, heredados de la suya, siguen vigentes. El que es buey hasta la coyunta lame, es uno de los tantos proverbios antiguos. Eso equivale a indicar que cuando no aceptamos la verdad ni la admitimos, por creer que nuestra razón, es la única válida, debemos reconocer que estamos errados. Es cuando la persona ha perdido el piso y se resiste a admitirlo. No aceptamos que se está en el final del camino. Se acaba el ’sí señor’. Ya no se escuchará la obligada frase de ’cómo usted ordene señor’.
Cada día se acorta el plazo para que surjan los nombres de los candidatos a la Presidencia de la República del sexenio 2018- 2024. Lo cierto es que los ciudadanos, los millones de electores enlistados en el padrón, están indiferentes porque no hay quien garantice que habrá un cambio en la administración pública. Terminarán dieciocho años, tres sexenios gubernamentales, de estancamiento, de retraso, como no ocurrió en los 66 años del priismo, en el siglo pasado.
El atlacomulquense Enrique Peña Nieto seguirá pensando y creyendo que el país está en un primer plano internacional, mientras las manifestaciones callejeras continuarán como protesta por el ’gasolinazo’, cuyos efectos serán mayores en los tres primeros sábados del entrante febrero. El gobierno federal no dará marcha atrás y Gurría Treviño, el de la OCDE, seguirá aplaudiendo que en México se haya eliminado el subsidio a la gasolina.
La situación es muy delicada para el presidente saliente, pero es más grave para el país. Por primera vez, desde 1934, cuando surgieron los gobiernos sexenales, no solamente hay Incertidumbre por lo que ocurra este 2017, sino por la nula acción de los partidos políticos para coadyuvar en la solución de la problemática nacional.
Presidente Peña Nieto comenzó su mandato con un efímero ’Pacto por México’ y cuatro años después empresarios, La dirigencia de la Confederación Patronal de la República Mexicana, la COPARMEX, los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores, la CONAGO, y el incansable precandidato presidencial de apellidos Mancera Espinoza condicionan su firma para un acuerdo tendiente a contrarrestar la secuela del aumento al precio de la gasolina y el diésel.
Al final de su gobierno, el poblano Gustavo Díaz Ordaz en una entrevista con Demetrio Sodi Pallares, publicada en el diario La Prensa, confesó lo que es la soledad en Palacio Nacional. Valdría la pena que alguno de sus colaboradores, los del círculo íntimo de Los Pinos, le llevara una fotocopia de esas páginas. También recordarle que en uno de sus artículos periodísticos el analista José Elías Romero Apis asentó que cierta ocasión López Mateos visitó a su amigo Díaz Ordaz, a quien le comentó que el pueblo cree que el Presidente de México es Dios y, lo peor, es que el presidente llega a sentirte con el poder omnímodo.
El ’gasolinazo’ agrava el futuro de Peña Nieto. Desde hace dos años el pueblo le perdió la confianza. La credibilidad se borró con las contradictorias declaraciones, como las de que no habría aumentos en el costo de las gasolinas, de que no se elevarían las tarifas eléctricas. Las reformas constitucionales no han surtido efectos positivos para la población. La inseguridad, la corrupción y la impunidad reinan en todo el territorio.
En el campo político, Peña Nieto ha colocado al PRI, su partido, el que lo lanzó y apoyó en el 2012, en el fondo de una tumba. Escuchamos decir a la gente, en la calle, en los mercados, en los salones de belleza, en todos lados, que ya no quieren saber nada del PRI. El partido, que es nieto del PNR e hijo del PRM, está en manos de un moreliano sin antecedentes partidistas, carente de experiencia política y sin el carisma que requiere un dirigente político. Lo único que le falta al académico, amigo de José Nelson Murat Casab, es que sienta el gusanito para ser candidato presidencial, en el inminente 2018.
Peña Nieto acaba de dar otro paso en falso. Nombró a Luis Videgaray Caso como secretario de Relaciones Exteriores, porque supone el mexiquense que Luis, su amigo, es el mejor intermediario para tener buenas relaciones con el empresario republicano que, este viernes 20, asumirá la presidencia de los Estados Unidos de América. Hoy, más que nunca, recordemos que Henry Kissinger, cuando fue Secretario de Estado, afirmó tajantemente: ’Estados Unidos no tiene amigos, Estados Unidos tiene intereses’. Kissinger trabajó con los presidentes Richard M. Nixon y Gerald Ford.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Qué le impedirá al Presidente Peña Nieto darse cuenta de está en el momento de cerrar su sexenio, cambiando su negativa imagen?
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