Un Rapidín
Ángel Irra Carceda
Sin en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el panorama electoral hacia el 2018 no es nada halagüeño, en su similar, el de la Revolución Democrática (PRD), es obvio que no han aprendido de las experiencias.
Queda al descubierto que en estos momentos no existe cohesión partidista. La dirigencia estatal batea para un lado, en su fracción al seno del Congreso local para otro, y el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, igual.
Supongo que es cuestión de intereses, o quizá en casos de madurez política.
Comento esto porque, curiosamente, la débil o inexistente política institucional del PRD queda al descubierto en el contexto del primer informe de gobierno del mandatario estatal Héctor Astudillo Flores.
Las posturas perredistas ante ese evento de rendición de cuentas lo demuestran.
El dirigente estatal del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán, se lanzó en contra del gobernador. Los descalificó totalmente.
Pero el diputado local perredista, Sebastián de la Rosa Peláez, reprobó su posicionamiento en contra del mandatario estatal.
De hecho, también el alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, igual ’bateó’ a Celestino Cesáreo Guzmán.
Recientemente, Celestino Cesáreo se manejaba en torno a los intereses de David Jiménez Rumbo, líder del Grupo Guerrero.
Pero lo abandonó y, entonces, se ciñó a los del diputado local Carlos Reyes Torres, ex presidente de la Mesa Directiva del Congreso del estado, quien igual antes fue peón de Jiménez Rumbo.
En serio que resulta curioso que, ahora, en el marco del primer informe de Astudillo, al seno del PRD nos revelen que andan cada quien por su lado, por sus intereses.
Pero, en lo particular, observo fuertes al diputado Sebastián de la Rosa y al alcalde porteño Evodio Velázquez.
Los veo haciendo política, ahora. No confrontándose, como lo hace Celestino Cesáreo, seguramente por indicaciones del diputado Carlos Reyes.
Pero en el 2017 el escenario cambiará. Se desatarán los demonios. Es año preelectoral.
Los posicionamientos políticos cambiarán, inevitablemente.
Sebastián de la Rosa es fuerte aspirante a una senaduría. Evodio Velázquez a su reelección o igual al Senado de la República.
Pero se les atravesará la ex candidata a la gubernatura, Beatriz Mojica Morga, ahora flamante secretaria general de la dirigencia nacional.
Intuyo que la negociación para ese entonces se centrará entre esta mujer que se resiste a asimilar la derrota ante el actual gobernador, y el alcalde porteño.
Dos escaños para el Senado. Dos. Tres propensos para ese escaño a la vista: Sebastián, Evodio y Beatriz.
El alcalde porteño tendrá que jugar con suma inteligencia, cálculo de escenarios. Porque, al igual que la ex candidata, también ambiciona la candidatura para gobernador en el 2021.
Pero Evodio tendrá, a la voz de ya, empezar a oxigenar a su gabinete, a su equipo de colaboradores. A prepararse para la guerra. Básico. Y lo sabe. O lo tendría que saber.
En una ocasión tuve la oportunidad de decirle que el enemigo no lo iba a tener enfrente, sino en las propias filas del PRD.
Y mantengo la seguridad de que así será.
Pero, si continúa soltando el ’mecate’ a sus ’colaboradores’, se irá al precipicio.
Ambiciona la reelección en Acapulco. ¡Poca cosa! Eso prácticamente lo catapultaría a Casa Guerrero.
Y tiene trabajo, pero ahora no se le palpa un eficiente equipo de compañeros, de colaboradores, para lograrlo.
Creo que la gran oportunidad la tiene. La tiene…pero si sigue así, la dejará ir. (angelirracar@hotmail.com)
