De Frente y de Perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las posiciones sobre lo que será la relación entre México y Estados Unidos están sumamente claras. El Presidente Donald Trump ratificó sus intereses en construir el muro en la frontera y la renegociación del TLC y el Presidente de México, Enrique Peña Nieto clarificó que se busca la inclusión de la soberanía nacional, el respeto al Estado de Derecho y la integración de Norteamérica.
Bajo esas bases los dos Presidentes se reunirán el 31 de enero y tratarán todos los asuntos en cuestión y tratarán de ser claros y precisos en sus propósitos.
Antes de eso, los secretarios de Relaciones Exteriores y Economía de México, se reunirán con sus homólogos de Estados Unidos para ir delineando y avanzando, en lo que se pueda la agenda a trata entre los dos mandatarios.
La incertidumbre es enorme en México, aunque se considera se pueden establecer condiciones de negociación favorables para ambos países.
Trump anuncia el inicio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá y la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico.
Con más de veinte años de vigencia, el TLC se considera debe ser modificado en algunos aspectos, aunque habrá que ver cuáles son los propósitos del mandatario estadounidense y si es factible mantearlo con vida.
Pero lo que llama la atención es el posicionamiento dada conocer por el Presidente Enrique Peña Nieto, en el que establece que México no asumirá política de confrontación, ni mucho menos de sumisión, sino de diálogo y negociación ante el arribo de nuevas reglas del gobierno de Donald Trump.
El Presidente mexicano delineó lo que será la política exterior en los dos años que le restan a su mandato y señaló que no cree en los muros, sino en los puentes y en el uso de la tecnología, como aliados para la buena vecindad, por lo que recalcó se busca construir una relación de diálogo y negociación en la relación bilateral con el gobierno de Donald Trump.
Reconoció que ante la nueva visión del gobierno estadounidense en lo que respecta a política exterior, México está obligado a realizar acciones para defender los intereses nacionales, por lo que tendrá que iniciar una negociación.
Para eso, la negociación debe tener bien definidos los principios que los guiarán y los objetivos que se perseguirán, por lo que hará bajo la premisa de cinco puntos: soberanía nacional, respeto al Estado de Derecho, visión constructiva y propositiva, integración de Norteamérica y negociación integral de todos los temas de la relación del comercio, la migración, la seguridad, la seguridad de frontera, las amenazas terroristas, el tráfico de armas, drogas y efectivo.
En su mensaje el Presidente Peña Nieto explicó que la política exterior mexicana se reorientará hacia dos grandes prioridades: fortalecer la presencia de México en el mundo, para diversificar nuestro vínculos políticos y comerciales, de inversión, turismo y de cooperación (en este punto se incluye buscar tratados comerciales paralelos ante la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico).
El segundo punto es el ya referido de construir una nueva etapa de diálogo y negociación en la relación bilateral con Estados Unidos y el gobierno de Donald Trump.
Por eso, el Presiente de México precisó que el país tiene que aprovechar su posición privilegiada entre los océanos Pacífico y Atlántico, lo que le ha permitido convertirse en un centro logístico para los grupos comerciales y un puente natural entre las distintas regiones el mundo.
En un mensaje extenso y preciso, el Presiente de México señaló que con las naciones del Caribe y de América Latina, su gobierno dará mayor sentido estratégico y trabajará para que se transforme en más comercio, inversión y mayor interlocución, así como con Europa, Asia, Medio Oriente y África.
Pero no fue solamente el Presiente Peña Nieto el que hizo referencia hacia la nueva relación que existirá entre los gobiernos de México y Estados Unidos, ya que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, advirtió que en el momento en que el país vecino empiece castigar importaciones y premiar exportaciones estadounidenses, México recurrirá a una operación espejo, para contrarrestar los efectos que esto pudiera causar a la economía mexicana.
Guajardo Villarreal explicó que ante la renegociación del TLC, la iniciativa privada y el gobierno están preparados y tienen listos diversos escenarios que les permitirán hacer una revisión de los acuerdos en que participan los tres países de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México).
El secretario de Economía de México, concedió una entrevista al diario El Universal en que dice que no debe subestimarse la capacidad de negociación de México, ni la importancia que tiene como país en América del Norte.
Guajardo Villarreal dice que en todo proceso de negociación se debe ser proactivo, por momentos ofensivos, pero también estar a la defensiva, pero siempre preparado a todos los escenarios, para evitar ser solamente reactivo a los planteamientos de la contraparte.
Bajo esas premisas el gobierno mexicano se apresta para iniciar una nueva etapa de convivencia con el vecino del norte y el gobierno que encabeza desde el pasado 20 de enero, el Presidente Donald Trump.
¿LA PREOCUPACIÓN DE CARVALLO?
Se afirma que el diputado federal priista Jorge Alejandro Carvallo Delfín es quien mayor preocupación muestra ante los continuos señalamientos del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares sobre los engaños ocurridos en los tratamientos contra el cáncer y sida en los hospitales públicos de Veracruz.
Carvallo Delfín fue uno de los hombres poderosos de Veracruz durante doce años en que fue de todo, desde dirigente estatal del PRI, líder del Congreso estatal, secretario particular del gobernador, secretario de Desarrollo Social y más.
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