Contexto Político
Por Efraín Flores Iglesias
Por lo visto, el PRI y Luis Walton Aburto (gerente de Movimiento Ciudadano en Guerrero) han empatado sus agendas. Tienen coincidencias y objetivos muy claros: golpetear al PRD y al alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre.
Les preocupa perder presidencias municipales y diputaciones locales y federales en 2018. Saben perfectamente que no la tienen fácil para enfrentar al perredismo que se está reorganizando luego de haber perdido la gubernatura el año pasado.
El PRI tiene mucho que perder en 2018, tanto en la entidad como a nivel nacional. La causa: la pésima gestión del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Luis Walton y Movimiento Ciudadano (MC) también están en serios aprietos. Todo indica que no conservarán el registro a nivel nacional, pues no tienen un gallo fuerte a la presidencia de la República. Ni Andrés Manuel López Obrador los quiere en una coalición con Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Y si siguen golpeteando al PRD, simple y sencillamente terminarán contendiendo solos o convertirse en el nuevo satélite del PRI.
El también empresario gasolinero, señalado constantemente de que sus establecimientos venden litros incompletos en Acapulco, sigue dolido de que su partido haya perdido la alcaldía porteña ante un joven político. Pero Walton olvida que en 2012 llegó a ser presidente de Acapulco gracias al apoyo del PRD y el PT, ya que sin ellos hubiese perdido por cuarta ocasión. Olvida que Evodio Velázquez declinó por él en ese año para evitar que la izquierda electoral se dividiera en Guerrero.
La ingratitud de Walton fue evidente desde la elección pasada cuando se negó respaldar a Beatriz Mojica Morga, abanderada del PRD. Creyó que él era el abanderado natural de la izquierda y que le podía ganar al PRI. Chantajeó, pero el PRD no cedió y decidió ir solamente en alianza con el PT.
En alianza con el priista Manuel Añorve Baños, su otrora archi adversario, pretenden por todos los medios desprestigiar a Evodio Velázquez Aguirre, con el único fin de que no sea reelegido en 2018 como alcalde de Acapulco. Es evidente que le temen, porque saben perfectamente que si el perredista logra la reelección será un fuerte aspirante a la gubernatura de la entidad en 2021. He ahí el meollo del asunto.
Tanto es su miedo a Evodio Velázquez que en el Congreso local sus peleles utilizan la tribuna para lanzar una serie de cuestionamientos al Ayuntamiento de Acapulco. Ricardo Mejía Berdeja, coordinador de la fracción parlamentaria de MC, y Samuel Reséndiz Peñaloza, diputado priista-añorvista, son los principales golpeadores mediáticos.
El alcalde acapulqueño no debe distraerse de los ataques de sus adversarios, sino seguir trabajando en las localidades y colonias de Acapulco, llevando obras y otros beneficios a sus gobernados. Claro, también necesita exhibir las irregularidades financieras y administrativas que cometieron sus predecesores.
Manuel Añorve no fue un alcalde transparente que digamos. Fue denunciado en su momento por Luis Walton, su actual aliado, por desfalcar las arcas municipales y heredar una mega deuda millonaria.
Con Walton como alcalde, no le fue bien a Acapulco. Durante varios meses cientos de policías no vigilaron la ciudad, ya que se mantuvieron en paro laboral, lo que propició que los delincuentes comunes hicieran su regalada gana en todo el puerto.
El tema de la inseguridad ocasionada por el crimen organizado, es algo que no puede solucionar ni el gobierno federal. Es un tema complicado y que se requieren varios años para que se logre reducir. Los municipios solamente se encargan de la prevención de delitos, más no del combate al narcotráfico. Y eso ocurre en todo el país. Siempre se dijo que el Mando Único Policial iba a solucionar el problema, pero no es así.
A los ciudadanos no les interesan los pleitos protagonizados por la clase política, sino soluciones. Pero se entiende que algunos personajes quieren descarrilar políticamente a Evodio Velázquez en 2018. Les causa pavor que se reelija como alcalde o busque ser senador de la República.
Evodio Velázquez le ocurre lo mismo que a la panista Margarita Zavala, quien en las últimas semanas ha sido atacada por la dirigencia nacional del PRI y el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Margarita Zavala tiene amplias posibilidades de ser abanderada del PAN y presidenta de la República. Por eso la atacan los priistas y Andrés Manuel López Obrador.
ENTRE OTRAS COSAS… ’Es posible que el PRI pueda perder la Presidencia de la República en 2018, derivado del descontento que priva entre los ciudadanos a causa de los errores que se han cometido’, señaló este miércoles a El Universal Francisco Labastida Ochoa, ex candidato presidencial priista, durante una visita que hizo en su tierra natal, Los Mochis, Sinaloa.
’Yo perdí la Presidencia, me dolió, por lo que hablo del riesgo que vislumbro que se vuelva a repetir esta historia, si no se cambian modelos y formas de ejercer la Administración Pública Federal’, reiteró.
No cabe duda que Labastida es la voz de la experiencia, un priista que ya vivió en carne propia una derrota. Ante esto, ¿qué dirán los amigos de Peña Nieto y el CEN del PRI?
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