Foro Político.
Por Salomón García Gálvez.
El ahora ex Fiscal General del Estado (FGE) Xavier Olea Peláez, optó por renunciar al cargo para atender su salud; se retiró de la función pública ’por razones personales’, pero los logros y alcances –que fueron muchos- durante su gestión se ven opacadas por la espiral de la violencia que flagela a todo el país; Guerrero no es la excepción.
Durante los casi tres años en el cargo, la Fiscalía General del Estado (FGE) tuvo resultados positivos y se abatieron diversos delitos del orden común como: captura de bandas de asaltantes y secuestradores; incautación de cientos de vehículos robados y armas; el delito del abigeato casi desaparece.
Lo que más afecta a Guerrero y al resto del país son homicidios dolosos; la espiral sigue igual en este aspecto; bajaron los delitos patrimoniales, pero los delincuentes se reproducen vertiginosamente: Continúan los asaltos a mano armada; capturan a ladrones pero surgen muchos más.
Cuando Olea Peláez arribó al cargo de Fiscal General del Estado, se comprometió capturar al autor intelectual del homicidio del ’Diputado Federal 500’, el priista Moisés Villanueva de la Luz y el chofer de éste, y lo cumplió: El defenestrado ex alcalde de Tlapa de Comonfort, se encuentra preso en un penal, a pesar de que fue cliente del despacho de Olea, en la Cdmx.
Ayer por la tarde el ex Fiscal General del Estado (FGE) le entregó su renuncia al gobernador Héctor Astudillo Flores, cuya dimisión también fue turnada al Congreso Local.
El mandatario estatal nunca le había solicitado al FGE que dejara el cargo; se retiró para atender lo primero: su salud. Al frente de la FGE queda el Vice fiscal, José Antonio Bonilla Uribe, en tanto el ejecutivo estatal envía una terna al Congreso Local.
Sin duda, la mayoría de los delitos como son homicidio doloso le ’pegaron mucho a la FGE’, pero en su mayoría han sido perpetrados entre bandas del crimen, donde se utilizan armas de grueso calibre, lo cual se tipifica como delito federal.
Asimismo, han sido perpetrados asesinatos de políticos, no sólo del PRD sino del PRI, MC y de otros partidos, en diversos municipios de la entidad, cuyas ejecuciones se suscitan de cara al proceso electoral y podrían relacionarse con la delincuencia organizada y desorganizada. Ni la PGR esclarece los proditorios asesinatos que sacuden a la opinión pública estatal, nacional e internacional.
El Licenciado Xavier Olea Peláez, se retira a la privacidad para atender su salud, con la conciencia tranquila de que nunca utilizó a la FGE para consumar represalias ni venganzas personales; no es su estilo.
Don Xavier, hijo del ex gobernador Xavier Olea Muñoz, de la era priista, hizo un trabajo profesional, con buena intención; pero la incontenible espiral de la violencia, no es culpa suya; es un fenómeno nocivo que flagela al país.
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