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Sostiene Pereira: un salto de la reflexión al empoderamiento

Sostiene Pereira: un salto de la reflexión al empoderamiento
Cultura
Junio 23, 2016 09:01 hrs.
Cultura ›
Norma L. Vázquez Alanís › diarioalmomento.com

Para el amigo y colega Carlos Ravelo, por su amor a Bety y su bonhomía, que lo hacen similar a Pereira

‘Sostiene Pereira’ es una aleccionadora narración del escritor italiano Antonio Tabucchi, sobre un viejo periodista a quien un par de jóvenes revolucionarios, que por azar cruzan en su rutinaria vida, le abren los ojos sobre la difícil situación política de su país y del mundo. Así, poco a poco, va dejando su neutralidad respecto a los momentos críticos por los que atravesaba la sociedad.

Pereira, el personaje central de Tabucchi, se ha aislado del acontecer político de Portugal para concentrarse exclusivamente en la sección cultural de un periódico de Lisboa del cual es director y único empleado, pero que sólo publica notas de efemérides de autores selectos y traducciones de relatos cortos -o algunas veces largos- de los clásicos de la literatura universal, casi siempre franceses del siglo XIX.

La obra está escrita en un estilo muy peculiar, sugiere que se trata de una declaración del propio Pereira, pero narrada en tercera persona como si fuera un informe policial, con lo cual Tabucchi consigue una paulatina aproximación con el protagonista desde lo lejano, a través de una prosa armónica, del ciclo rítmico de la expresión ‘sostiene Pereira’, que se repite como un mantra, y del manejo de una simpática ironía, elementos que llevan al lector, sin que se dé cuenta, a conocer al tipo entrañable que es este periodista.

En ‘Sostiene Pereira’ (Editorial Anagrama, Barcelona, España, 1999, edición limitada de pasta dura, 189 páginas) Tabucchi consiguió estructurar un personaje de carne y hueso, lo cual de ninguna manera es tarea fácil, pues se requieren gran capacidad de observación y facultad para la síntesis, porque de otra manera se llega a la atomización del protagonista.

Pereira es un hombre mayor con un corazón irreprochable, excedido de peso, viudo, católico, obsesionado con la muerte y la resurrección de la carne, aficionado al ’omelette’ a las finas hierbas y la limonada; este hombre lleva el peso de la narración y sale airoso con su continuo monólogo de hombre solitario que consulta con el retrato de su mujer tanto lo cotidiano, como los asuntos difíciles que se le presentan por el entorno político.

La acción se sitúa en Portugal durante 1938, cuando gobernaba dictatorialmente Antonio de Oliveira Salazar, con la Guerra Civil española en desarrollo y los fascismos europeos en su mayor momento de gloria. Pereira observa en las calles de Lisboa el creciente clima de intolerancia y escucha incrédulo las noticias que le cuenta Manuel, el camarero del bar donde todas las tardes toma su limonada, y que no aparecen publicadas en ninguno de los periódicos.

El viejo periodista no podía permanecer ajeno a las circunstancias, a la conciencia popular encarnada por Manuel, pero se resistía a dejar de mirar los acontecimientos desde fuera, escudado en su indolencia y la tristeza de su soledad, hasta que conoció al joven Monteiro Rossi, quien colaboraba con los republicanos españoles. El trato con Rossi y su novia Marta provocó en Pereira un doloroso examen de conciencia que transformó profundamente su vida.

Tabucchi tuvo la capacidad de generar en el resto de los personajes voces variadas, con matices que permiten al lector diferenciar actitudes e ideologías, así como poder clasificar a cada uno de ellos en un bando u otro de manera que el protagonista no los desdibujara.

Estructurada en capítulos breves y diálogos acoplados al discurrir nostálgico y la complacencia en la pereza contemplativa del bonachón Pereira, la trama sigue un rumbo previsible, aunque el desenlace es gratificante para los espíritus que luchan por el bien de la humanidad porque el periodista evoluciona desde la reflexión sobre la muerte y la resurrección de la carne, al empoderamiento de la vida.

Tabucchi reúne en su narrativa características del post modernismo: clasicismo de estilo, constantes alusiones literarias, tendencia hacia el fragmentarismo y brevedad.

‘Sostiene Pereira’ es ejemplo de una novela de denuncia que no cae en lo panfletario y propagandístico.

Post Scriptum

Antonio Tabucchi (Pisa, Italia,1943- Lisboa, Portugal, 2012), conocido sobre todo por sus trabajos sobre el escritor portugués Fernando Pessoa, fue catedrático en la Universidad de Siena, Italia, donde impartió la cátedra de lengua y literatura portuguesa. Como novelista su obra más exitosa fue precisamente ‘Sostiene Pereira’ -adaptada para cine con Marcello Mastroiani como protagonista- que obtuvo los premios Campiello, Scanno y Jean Monnet.

Tabucchi también fue galardonado por su novela ‘Notturno Indiano’, con el premio francés Médicis étranger y con el premio español de periodismo Francisco Cerecedo.

Escritor comprometido, consiguió con su novela ‘La cabeza perdida de Damasceno Monteiro’ la revisión del caso que aparecía en la obra, y la solución del asesinato de un ciudadano portugués.

El autor practicó además el género epistolar, y prueba de ello es su compendio de cartas sin destinatario ‘Se está haciendo cada vez más tarde’. Colaboró con diversos medios de comunicación, entre ellos L’Unita, Corriere de la Sera y El País.

Otras de sus obras son ‘Réquiem’ (un recorrido por una Lisboa donde el autor o el yo narrativo van a la busca de su personaje, probablemente real, llamado Fernando Pessoa), ‘Piazza d’Italia’, ‘La pequeña flota’, ‘El juego del revés’, ‘Nocturno hindú’, ‘Los volátiles del Beato Angélico’, ‘La línea del horizonte’ y ‘El ángel negro’.

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