UNO. ¡Tengo Miedo! De que gane el PRI y su candidote ciudadano, José Antonio Meade (a) ’El valentón de barrio’, con trampas, triqiñuelas y fraude, sujeto que quiere llegar rayando a un pobre caballo -qué culpa tiene el cuaco de su ineficacia-, madrugando -verbo usado durante la Revolución Mexicana y favorito de Álvaro Obregón para acabar con la candidatura y la vida del general Francisco Serrano: ’Hay que madrugarlos’- y diciendo que no se raja -¿significa que no es puto?, ¿quién o quienes son sus asesores y le señalan lo que debe de decir y lo que no? Están totalmente reprobados-.
Tengo miedo de que siga con más de lo mismo y acabe con el país, que además ahora prometa lo que en 20 años de burocrática vida y siendo cinco veces secretario de Estado nunca hizo ni propuso.
Tengo miedo de que siga con el proyecto del NAICM, el cual le rompe la madre a la ecología de la zona y sigue siendo un negocio de los cuates de EPN, los cuales nunca presentaron ninguna carta de impacto ecológico ni de mecánica de suelos, que ahora le piden a AMLO para construir las pistas de Santa Lucía.
Tengo miedo de que Meade sostenga las Reformas Estructurales (sic) que tanto daño le han hecho a los mexicanos y han hundido al país y lo están conduciendo a la más vil ruina. Siendo el candidato del ineficaz que dice que nos gobierna, es casi seguro que siga una continuidad nociva para el país.
Tengo miedo de que Meade, candidato ciudadano, salga peor que los candidatos auténticos del PRI.
En fin, tengo miedo de Meade quien por lo visto es totalmente influenciable y manipulable por EPN, que es sólo el muñequito del pastel del festín de los ricos, no merece ninguna confianza ni simpatía. Pobre.
DOS. ¡Tengo miedo! de Anaya, porque si llega a la presidencia seguirán los moches y las mentiras, ya ha hecho uso de ambos en algunos momentos de su vida y lo seguirá haciendo.
Tengo miedo de esa mezcla rara de PAN-PRD y agregados que no se sabe para dónde van y que lo más seguro, si sigue los pasos de Felipe Fox y Vicente Calderón -no, no escribí mal: son lo mismo-, acabará con lo que queda de país.
TRES. ¡Tengo miedo! De Margarita Zavala porque nunca dijo nada, ni siquiera pío, cuando los niños quemados y muertos de la Guardería ABC, tampoco cuando su esposo les quitó el empleo y el sostén a cientos de familias de Mexicana de Aviación y de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, menos cuando por las políticas sumamente erradas de su cónyuge, dejaron a la deriva a familias enteras y desplazados por la Guerra contra el Narco (sic).
CUATRO. ¡Tengo miedo! de que haya ilusos que voten por los tres anteriores, pero tengo más miedo por quienes puedan votar con ’El Pony’ (a) ’El Bronco mocha manos’, quien se está tomando muy en serio su papel de candidote y sigue haciendo propuestas atrabancadas y fuera de toda proporción.
CINCO. Cualquiera de los cuatro anteriores tienen un excelente nivel para ser presidente de un pueblo pequeño y del lejano oeste, donde existen sherrifs y alguaciles, donde el más rápido para sacar el revólver o el más mal hablado o más mentiroso es el campeón de la cantina y del pueblo. Pero eso no es lo que necesita ahora nuestro país y sobre todo en estos momentos.
SEIS. Por más que digan que AMLO es ’populista’ y todos los epítetos que se le han endilgado sobre todo ahora que arrecia la campaña y guerra sucia en su contra, es el político más serio y responsable de los que están en la contienda, es quien ha visitado -así sea en tres o dos sexenios- casi toda la República Mexicana, conociendo y reconociendo los severos problemas que padece nuestro país.
Paco Ignacio Taibo II usó una palabra que espanta a los empresarios, a los ricos, a los que nunca han dejado de hacer negocios con dineros públicos: expropiar. Pero muchas veces el gobierno y el Estado lo ha hecho al revés: o ¿qué fue lo que hizo Carlos Salinas al regresarles los Bancos a los particulares o al otorgarle TelMex a Carlos Slim? ¿O que hizo el infame Calderón al acabar con Mexicana de Aviación y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro?
El presidente tiene esa facultad y puede hacer uso de ese Derecho en cualquier momento, además y sobradamente si tiene el apoyo del pueblo. Ya lo hizo Cárdenas y muchos años después Adolfo López Mateos con la energía eléctrica.
Es claro que AMLO, si llega a la presidencia, no lo usaría de manera irracional y desproporcionada pero está dentro de sus facultades y lo pudiera hacer, por lo que los empresarios y ricos deben de considerar y saber que el país no es de ellos y no pueden hacer en el lo que quieran: ahí están las leyes y reglamentos, los cuales con el neoliberalismo han quedado al margen y, claro, no se respetan en aras de hacer negocios y crear empleos (sic), los cuales en un 80 por ciento de los casos son sumamente mal pagados.
SIETE. Así las cosas, no es nada nuevo ni salido de la nada esta campaña irracional e irreflexiva contra el candidato de Morena. Apenas comienza el bombardeo. El nerviosismo de Salinas de Gortari y de Fernández de Ceballos es entendible porque Anaya no logra aumentan su rating, pese a su estratagema pendenciera; y no se diga Meade, quien arrastra su grisura, y nada más no logra levantar, y menos lo va a hacer sobre todo si se apoya en los veteranos ancianos de la CTM, quienes necesitan bastón precisamente para levantarse. Pobre Meade, tan lejos de los ciudadanos, tan lejos del PRI y tan lejos de poder remontar y acercarse, siquiera, al puntero.
OCHO. Los tramposos ya están trabajando ardua y sistemáticamente, ahora es necesario que Morena tome sus providencias y no caiga en los garlitos que le irán tendiendo a lo largo de la campaña, igual que AMLO no se deje llevar por el impulso ni eche las campanas al vuelo: hay un largo camino por recorrer de aquí al primero de julio.
NUEVE. Y a propósito de todo esto, hay un libro ilustrativo de la terrible realidad a la que sobrevivimos: El futuro que no tuvimos. Crónica del desencanto democrático de Mauricio Merino (Ed. Planeta, México, 2012. 334 pp.), en el cual se señala del 2003 al 2012 como el ’periodo del desencanto’, sobre todo después de las elecciones de 2012 y el retorno ’maléfico’ del PRI a la presidencia de la República, el cual no fue una sorpresa sino el resultado de la desilusión.
Merino hace un registro puntual de esa etapa de profundo desencanto y desilusión de los mexicanos en los partidos políticos y en la democracia. Nueve años no de un regreso al pasado sino de una renuncia al futuro: ’como si aquí no hubiera pasado nada’.
Y sigue pendiente una gran deuda social, agravada por la inseguridad, impunidad y corrupción.
EPN ya se va y siempre fue un presidente que nunca entendió que no entiende; y sin embargo sigue alardeando y llenándose la boca de los ’logros’ de sus Reforma Estructurales (sic), que sólo nos han sumido más en la pobreza y el caos.
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* Arturo Trejo Villafuerte (Ixmiquilpan, Hgo., 1953) es egresado de la FCPyS de la UNAM. Sus más recientes títulos publicados son: De Neza York a Nueva York. From Neza York to New York. Una antología de poesía de la Ciudad de México y la Ciudad de Nueva York. A bilingual anthology of the poetry of Mexico City and New York City (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2015. 220 pp), Escobas de fuego (Historias de brujas), (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2016. 126 pp.), Amores chapingueros (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2016. 126 pp.), Ret(r)azos (Cuadernos de Pasto Verde, Orizaba, 2017. 34 pp.), Respirando por la herida (Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2017. 94 pp.), incluido en La medusa dual. Antología bilingüe español portugués (Selección poética de Fernando Reyes Trinidad y traducción al portugués de Leo Goncalves (Ed. Cisnegro, México, 2017. 112 pp.) y Balbuceos (Cuadernos de Pasto Verde, Orizaba, 2018. 34 pp.). Ha ocupado diversos cargos en instituciones culturales y universitarias, además de ser editor de varias colecciones literarias. Actualmente es profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo y miembro del IISEHMER de la misma institución. Colaborador asiduo de la revista Molino de Letras y todotexcoco.com.
