Guerras, migrantes y futbol

Textos en libertad

Textos en libertad
Política
Julio 12, 2014 11:59 hrs.
Política ›
José Antonio Aspiros Villagómez › diarioalmomento.com

Hace 45 años tuvo lugar la llamada ‘Guerra del futbol’ y no fue porque los árbitros favorecieran a ciertos equipos como dicen que sucedió en la copa que está por terminar en Brasil, sino con fuego y entre dos ejércitos de países vecinos y casi hermanos.

Aquel conflicto ocurrió del 14 al 18 de julio de 1969 entre El Salvador y Honduras (cuyos pueblos ahora sufren con sus niños migrantes) con saldo de hasta seis mil muertos, al mes siguiente de que sus equipos de futbol se disputaron la calificación para el Mundial de 1970 en México.

Muchos lectores recordarán la frase “la guerra del futbol”, como se llamó ese caso y como se titula uno de los libros del periodista polaco Ryszard Kapuściński. Fue en el año del destape de Luis Echeverría como candidato del sistema, para suceder a Gustavo Díaz Ordaz.

Ambas selecciones se enfrentaron cuando ya había tensión entre sus respectivos gobiernos debida a una reforma agraria hondureña que dejaba a salvo tanto a los hacendados como a la poderosa bananera estadunidense United Fruit, pero expulsaba del país a 300 mil salvadoreños que habían emigrado.

Aun cuando el libro de Kapuściński (1932-2007) sólo dedica 29 de sus 252 páginas al tema, el reportaje permite conocer la trama y los hechos acontecidos durante cien horas, y que llegaron a su fin gracias al arbitraje de la Organización de Estados Americanos.

En lo deportivo, esa fue la primera participación de los salvadoreños en copas del mundo, y quedaron fuera en la ronda eliminatoria inicial con tres derrotas, cero puntos, cero goles a favor y nueve en contra, en un grupo donde también estaban México, la Unión Soviética y Bélgica.

Durante los partidos clasificatorios, celebrados el 6 de junio en Tegucigalpa y el 15 en San Salvador, los deportistas fueron hostilizados toda la noche como visitantes y llegaron desvelados a los encuentros. Luego hubo un desempate en México, con las porras respectivas separadas por cinco mil policías.

Es conocido que Kapuściński -historiador dedicado al periodismo y corresponsal de la agencia noticiosa polaca PAP- cubrió diversas guerras, revoluciones y golpes de Estado alrededor del mundo, y escribió libros porque en sus despachos informativos -escuetos, como deben ser en cualquier agencia periodística- no podía detallar todo lo que había visto, en especial el drama humano.

Y tampoco podía referirse a él mismo, como sí lo hizo en sus libros. Al menos en México, los reporteros saben que no deben asumir protagonismos en sus informaciones. Aunque sí al margen de esa labor, si se vuelven noticia como la reportera que trabajó en Guadalajara y ahora es la reina Letizia de España.

Pero tanto en ‘La guerra del futbol’ (Anagrama, 1992) como en sus otras obras, el famoso autor polaco describe los viajes, sufrimientos y riesgos extremos con que hizo su cobertura noticiosa; transcribe los despachos informativos enviados a PAP con las viejas tecnologías de entonces -nada de celulares con audio, fotos, video e internet inalámbrico como ahora- y la ayuda de telegrafistas que hablaban idiomas distintos al suyo. Por una ironía, en todos esos casos salvó su vida y fue un cáncer el que lo venció.

También reconoce que su colega Luis Suárez (fundador de la Federación Latinoamericana de Periodistas) vaticinó que habría guerra y eso lo animó a viajar a Honduras y vivir y resistir cuanto narra en el reportaje. En medio de las batallas escuchó en un radio desvencijado la noticia del viaje de Apolo XI a la Luna.

El periodista polaco menciona en su libro que “nadie en todo el mundo prestó la más mínima atención” a aquellos partidos de futbol, pero al final los dos gobiernos beligerantes quedaron “satisfechos de la guerra” porque así ocuparon “las primeras planas de la prensa mundial”

El autor del libro ‘Los cínicos no sirven para este oficio’ (el periodístico), remata con la afirmación de que sólo cuando “se deciden a derramar sangre”, los países del Tercer Mundo pueden “despertar un vivo interés” entre la comunidad internacional. De lo cual -opina el tecleador- tuvieron culpa las agencias transnacionales de noticias, a las que sólo les importaban los golpes de Estado, los terremotos y las revoluciones que sucedían en las naciones subdesarrolladas.

Ver nota completa...

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.

Textos en libertad

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.