La vida como es…
Octavio Raziel
Esta madrugada, a las 4 en punto, el cielo descargó toda su furia en la destruida región geográfica donde vivo. Miré al cielo desde mi ventana y no pude sino exclamar:
¿También tú, Tlaloc, te alías a Ollin? Mientras mis ojos se rozaban de tristeza.