El BUZÓN
ALFREDO IBÁÑEZ
El gobierno del Estado de México no tiene credibilidad, ni tampoco voluntad para contener a las turbas enardecidas como las del pueblo de Santiago Atlatongo, municipio de Teotihuacán, y menos intenciones de aplicar la ley a quienes la infringen.
Pobladores violentos que mataron a golpes a dos presuntos secuestradores y lesionaron a un tercero, lejos de enfrentar la justicia hoy están libres. Los dejaron en libertad porque no se les comprobó nada, esto según el secretario de Gobierno estatal, José Manzur.
La descomposición social en el Estado de México es evidente, casos de personas que toman la justicia en sus manos son cada vez más frecuentes.
En cuanto a los hechos de Teotihuacán, los violentos moradores mataron a dos personas, presuntamente secuestradores, a nadie le consta. Sólo bastó la acusación de un sujeto que, envalentonado azuzó a la población para golpearlos hasta quitarles la vida. Por cierto tal agitador tampoco está detenido no obstante de incitar a las masas a la violencia.
El gobierno municipal y estatal, no intervinieron. Tienen capacidad para hacerlo, pero no quisieron. Dejaron que la turba homicida hiciera de las suyas. ¿La misma actitud asumiría si se tratara de alguien de su aprecio o vieran trastocados sus intereses? Seguramente harían sentir toda su fuerza.
Pero por qué la población no presentó a los presuntos delincuentes ante la justicia, simple, porque no creen en el gobierno, ni en dependencias como la Procuraduría. Saben que aplican la ley a su conveniencia.
Y cómo se le va tener confianza al gobierno estatal del PRI, si resulta que deja libres a homicidas. No investiga, y se basa en dichos para exonerar a implicados en el doble crimen.
De acuerdo al secretario de Gobierno, José Manzur, los occisos, sí eran secuestradores. En qué se apoya, en lo señalado por el presunto plagiado, quien según rebeló fue abandonado en la carretera Venta de Carpio-Teotihuacán. A nadie le consta, una vez más son simples declaraciones a modo para inculpar quienes no se pueden defender porque están muertos.
La intención del gobierno estatal es cerrar el caso y evitar mayor escándalo, sólo que lanza un mensaje de absoluta impunidad y desprecio por la ley. Hechos como este se pueden multiplicar, el malestar social es evidente, como lo es que en la entidad no se hace justicia.
En Teotihuacán hubo doble crimen e incluso privaron de la libertad al alcalde. Todo lo niegan y se limitan en señalar que van a investigar. Nadie les cree.
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