Unos consejos al ’jefe’

Luego de escuchar a un jefe de la Nación hablar como lo hizo ayer: ’El presidente no se levanta ’pensando en cómo joder’, sólo nos queda exclamar, con prudencia por supuesto, hasta dónde hemos llegado.
Qué vergüenza, no solamente para los mexicanos, sino también a quienes sin serlo viven en México.
Acaso, se pregunta uno, el señor de Los Pinos, pronunció esta dedicatoria, porque es consciente de que ya lo hizo.
Nunca, con todo el respeto lo decimos, habíamos escuchado a un mandatario, al menos en público y dirigiéndose al pueblo, decir tanta barbaridad. Y ser soez.
Estamos ciertos de que habla lo que le escriben otros. Y ni siquiera se preocupa de leer los textos. Esa puede ser su excusa.
Qué vergüenza, repetimos, tenerlo aún al frente de este tan sufrido país. Ya falta poco. Pero, inquirimos ’Quién vendrá’. Ay nanita.
Algunos consejos al ’jefe’ no le caerían mal. Ojalá los leyera. Si no, que sus consejeros lo hagan.
Una de las cosas más importantes que todos deberíamos aprender en la vida es a amarnos a nosotros mismos. Respetarnos. Respetar. Aceptarnos sin condiciones.
Perdonarte a ti mismo cuando cometes un error. Somos humanos. Apreciarte por las cosas buenas que tienes, y ser capaz de amar a otros con todo tu corazón, porque tu corazón sabe lo que es el verdadero amor.
Muchos permiten que sus errores gobiernen sus vidas en lugar de sus triunfos. La primera cosa que debemos recordar es lo especial que eres. Cuando conoces tu valor, el mundo es capaz de reconocerlo.
Recuerda que tú eres el espejo del mundo que te rodea. Cuando estás molesto por el error de alguien más, es porque internamente reconoces ese error. Lo mismo ocurre del modo contrario. No olvides todas aquellas cosas maravillosas que has logrado y que eres, y te aseguro que el mundo también lo hará.
Hay un curioso dicho que dice ’’La gente hace planes y Dios se ríe’’. Incluso si intentas planificar cada paso de tu vida antes de tiempo, siempre hay sorpresas y oportunidades que puedes perder por no haberles puesto atención.
Vive el momento, disfruta lo que tienes ahora porque eso puede desaparecer mañana.
No tienes porque ser uno más de la manada. No necesitas permiso para ser quien realmente eres. Eres tú mismo. Y si la gente a tu alrededor no puede aceptar eso, no es tu problema, es de ellos. Todos cometemos errores, algunos más grandes que otros. Pero lo más importante es ser capaz de perdonarte por ello. Recuerda que lo que hiciste en el pasado no define quien eres ahora, pero sí te llevaron a dónde estás, y te dejaron una valiosa lección.
Nadie está exento de cometer errores cada día, así que sácales provecho para ser cada vez más sabio, cada vez más fuerte, cada vez mejore.
Si hay algo que disfrutabas hacer pero ahora te consume toda tu energía, quizá es tiempo de parar de hacerlo. A veces nos apegamos a viejos hábitos por pura inercia, y terminamos atrapados en el mismo lugar, sin progresar.
Haz aquello que realmente te apasione y mantenga tu energía en alta frecuencia, y deja de hacer aquello que ya no te lleva a ningún lado.
No tengas miedo de los cambios. Al principio pueden ser duros, pero con el tiempo nada te dará más satisfacción.
Cuándo fue la última vez que tuviste un momento exclusivamente para ti. Entre el trabajo, la familia, las obligaciones, el pago de las facturas, y las demás responsabilidades económicas, políticas, perdemos la noción de lo que realmente nos hace felices.
E incluso pasamos días, semanas y hasta meses sin hacer nada de lo que nos apasiona.
Todos necesitamos tiempo para nosotros mismos, y para nuestras propias necesidades. Esto es lo que te da la energía para compartir con otros el resto de tu tiempo.
En lugar de temer a lo desconocido, abrázalo. Puedes descubrir mucho sobre ti y sobre tu talento. La vida es aburrida si te quedas con las mismas actividades.
Corre riesgos, y atrévete a ver los diferentes colores y sabores de la vida. ¡Te sentirás vivo!
Una persona que habla con integridad, decencia y cortesía, tiene una presencia poderosa. Deja tu historieta para antes de dormir. Una vez seas honesto contigo mismo, podrás escuchar tus propios consejos.
A menudo nos mentimos, rompemos promesas y nos decepcionamos. Trátate con el mismo respeto y compromiso con el que tratas a otros.
Si no crees en ti mismo, eventualmente nadie lo hará. Las personas creen que te conocen lo suficientemente bien, y si dudas de tus fortalezas, ese es el mensaje que envías a las personas que están a tu alrededor.
Es lo que hemos escuchado en casi cuatro años.
Sostén tu cabeza en alto, no te sientas avergonzado sino orgulloso por ir a donde quieres sin temor al fracaso. Tienes el poder y las habilidades. Cree en ti y lograrás todos tus propósitos. No olvides que en la historia de tu vida, eres el escritor, no el lector.
Muy a menudo sentimos que alguien más nos dicta el curso de lo que debería ser nuestra vida. Como si alguien nos dijera cómo debemos reaccionar y actuar en determinada situación. Ese es el peligro. Quienes te aconsejan, mal.
Debes ser la única persona que mande en tu vida. Ser quien tenga decisiones y acciones y quien luche firmemente por conseguir aquello que quieres.
Vivir en el presente o estar presente, significa prestar atención a las cosas que pasan. Apreciar el significado completo de las cosas que ocurren a tu alrededor. Saber que pasa en tu país. En la vida del pueblo que te eligió.
La vida es mucho más que los momentos que recuerdas. La vida es cada segundo de vida en que tienes la oportunidad de estar vivo, respirar.
Así que de vez en cuando levanta la cabeza, mira a tu alrededor y está presente en ese momento para sentirlo y amarlo. Siempre haz el esfuerzo de ser amable y afectuoso. Las buenas acciones regresarán a ti. La bondad es su propia recompensa.
Se bueno y compasivo. Se incluyente y agradecido. Lo más importante, trata de no juzgar antes de saber toda la historia.
No lo dudes.
Así, a veces, hacemos nosotros.
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