Escucho ballads de Dexter Gordon y la noche
rompe su silencio y su reparto de sueños.
Y cerca de tus labios
un intruso merodea.
La noche, la luna y el intruso son cómplices.
Se atan en un blues, se acomodan en un jazz.
Buscan la manera de apaciguar tu imperio.
Allá donde desdices la fuerza del amor.
De las palabras mismas que te conforman.
Tus labios; colorines, jacarandas, agaves.