’ Detrás del pan, entró en él Satanás ’



Te haré luz de todas las naciones

| | Desde guerrerohabla.com

’ Detrás del pan, entró en él Satanás ’
Religión
Abril 06, 2020 19:53 hrs.
Religión ›
Agencia de noticias Plata Pura › guerrerohabla.com


Martes 7 de abril 2020

La Palabra de Dios

Primera lectura
Is 49, 1-6
Escúchenme, islas;
pueblos lejanos, atiéndanme.
El Señor me llamó desde el vientre de mi madre;
cuando aún estaba yo en el seno materno,
él pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada filosa,
me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda,
me guardó en su aljaba y me dijo:
’Tú eres mi siervo, Israel;
en ti manifestaré mi gloria’.
Entonces yo pensé: ’En vano me he cansado,
inútilmente he gastado mis fuerzas;
en realidad mi causa estaba en manos del Señor,
mi recompensa la tenía mi Dios’.

Ahora habla el Señor,
el que me formó desde el seno materno,
para que fuera su servidor,
para hacer que Jacob volviera a él
y congregar a Israel en torno suyo
–tanto así me honró el Señor
y mi Dios fue mi fuerza–.
Ahora, pues, dice el Señor:
’Es poco que seas mi siervo
sólo para restablecer a las tribus de Jacob
y reunir a los sobrevivientes de Israel;
te voy a convertir en luz de las naciones,
para que mi salvación llegue
hasta los últimos rincones de la tierra’.

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor


Salmo Responsorial
Salmo 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15 y 17
R. (cf 15) En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Señor, tú eres mi esperanza,
que no quede yo jamás defraudado.
Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme;
escucha mi oración y ponme a salvo.
R. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Se para mí un refugio,
ciudad fortificada en que me salves.
Y pues eres mi auxilio y mi defensa,
líbrame, Señor, de los malvados.
R. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Señor, tú eres mi esperanza;
desde mi juventud en ti confío.
Desde que esteba en el seno de mi madre,
y me apoyaba en ti y tú me sostenías.
R. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Yo proclamaré siempre tu justicia
y a todas horas, tu misericordia.
Me enseñaste a alabarte desde niño
Y seguir alabándote es mi orgullo.
R. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.




Aclamación antes del Evangelio

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, rey nuestro,
para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz
como manso cordero al sacrificio.
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Evangelio
Jn 13, 21-33. 36-38
En aquel tiempo, cuando Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió profundamente y declaró: ’Yo les aseguro que uno de ustedes me va a entregar’. Los discípulos se miraron perplejos unos a otros, porque no sabían de quién hablaba. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha. Simón Pedro le hizo una seña y le preguntó: ’¿De quién lo dice?’ Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: ’Señor, ¿quién es?’ Le contestó Jesús: ’Aquel a quien yo le dé este trozo de pan, que voy a mojar’. Mojó el pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él Satanás.

Jesús le dijo entonces a Judas: ’Lo que tienes que hacer, hazlo pronto’. Pero ninguno de los comensales entendió a qué se refería; algunos supusieron que, como Judas tenía a su cargo la bolsa, Jesús le había encomendado comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el bocado, salió inmediatamente. Era de noche.

Una vez que Judas se fue, Jesús dijo: ’Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará.

Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Me buscarán, pero como les dije a los judíos, así se lo digo a ustedes ahora: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden ir’ ’. Simón Pedro le dijo: ’Señor, ¿a dónde vas?’ Jesús le respondió: ’A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; me seguirás más tarde’. Pedro replicó: ’Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti’. Jesús le contestó: ’¿Conque darás tu vida por mí? Yo te aseguro que no cantará el gallo, antes de que me hayas negado tres veces’.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio de hoy

Te haré luz de todas las naciones
El texto de la primera lectura no puede ser calificado de claro. Los especialistas en Sagrada Escritura y en lenguaje de los profetas verán en él lo que los que no tenemos ese conocimiento nos cuesta ver. Sí percibimos que trata de dos asuntos distintos: la vocación desde el seno materno, a ser profeta, boca de espada afilada; del fracaso de su misión profética: ’en vano me he cansado…’; para reconocer que por encima de su debilidad esta la ayuda de Dios. Que le encomienda ser luz, no sólo de Israel, sino de todas las naciones; de modo ’que mi salvación alcance hasta el confín de la Tierra’, superando las fronteras del ’pueblo elegido’. Esa universalidad de la ’salvación’, es el otro asunto que encontramos en la lectura. Es algo nuevo. Les costó entender a las primeras comunidades cristianas la dimensión universal de la acción liberadora y de su evangelio de Jesús de Nazaret. Pablo hubo de intervenir con fuerza

Sobre la misión profética es necesario recordar que nadie ha de asumir la tarea de profeta, sino siente la llamada de Dios a serlo. Que no es llamada al triunfo personal, sino que ha de asumir el fracaso, para que aparezca de quién es la palabra y la acción profética. A lo largo de la historia, antes de Cristo y después de él, han aparecido muchos falsos profetas. Falsos no sólo por lo que proclamaban, sino y sobre todo porque se creían los protagonistas, y se predicaban a sí mismos. Con el objetivo de construir su propio grupo sectario de seguidores, que le adularan.

Detrás del pan, entró en el Satanás
Sabemos que el relato de la Pasión según san Juan es el menos duro de los relatos evangélicos. Su evangelio comienza con mostrarnos la divinidad de Jesús, ya en su prólogo: es el Verbo creador encarnado. Y esa visión sigue presente a lo largo de su relato. Pero además es el evangelio en el que se manifiestan con más fuerza los sentimientos de Jesús. En especial los afectos de Jesús. Esos sentimientos están más flor de piel en el momento de la última cena con sus discípulos. Es momento de intimidad afectiva con ellos, es en ese momento cuando, ’profundamente conmovido’, anuncia la traición de uno de los presentes. Algo incomprensible para sus discípulos. Solo la intervención de Satanás, que invade el interior de Judas, puede explicar la traición. Satanás como origen de todo mal. Sólo un agente externo puede explicar la decisión de Judas para el evangelista, entiende Juan. Pues bien, no es necesariamente así, existe en nosotros suficiente posibilidad de ser traidores; suficiente capacidad de mal en nuestro interior. Con ello hay que contar para conocernos y ’cuidar de no caer’.

En contraste con Judas, Pedro proclama su fidelidad a Jesús: ’daré mi vida por ti’. Pedro se siente fuerte. Nadie puede separarle del compromiso con Jesús. Es un error sentirse tan fuerte que sea imposible la negación de lo que hemos prometido, la infidelidad a quien se ha prometido afecto ’eterno’. Induce a desprotegerse, a no actualizar día a día los compromisos, en concreto los afectivos. Para ser fuerte en la fidelidad es necesario asumir nuestra debilidad, nuestra capacidad de ser infiel.

Fray Juan José de León Lastra
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


’ Detrás del pan, entró en él Satanás ’

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.