R A F A G A
Jorge Herrera Valenzuela
Jamás un hombre que se enfrenta con la justicia ha tenido tanto éxito comercial, como está ocurriendo con Joaquín Guzmán Loera, mundialmente identificado con el apodo que le impuso su tío cuando tenía unos quince años: “El Chapo”. Lo llamó así por chaparro, por ser bajo de estatura. Toda la legendaria trayectoria lo tiene colocado en los primeros niveles y es punto de referencia al hablarse de narcotraficantes, se le recuerda por las citas que de él hizo la revista Forbes y por la audacia en sus fugas de penales clasificados como de alta seguridad.
A las acciones que le aplican al preso Guzmán Loera en el penal del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, por las cuales demandó la protección de la justicia federal, se sumaron, en esta misma semana, las declaraciones que hizo una supuesta hija de “don” Joaquín. El gobierno federal que no sabe meditar lo que debe informar, comunicar o comentar, puso su granito de arena, por voz de Renato Sales Heredia, quien declaró que no hay treguas, ni alianzas, ni pactos con el crimen.
Vayamos por partes. Joaquín Guzmán Loera al convertirse en cabeza del cartel de Sinaloa y extender sus dominios en el país, para luego salir de las fronteras, cobró tanta fuerza que otros narcotraficantes sintieron que sería difícil la lucha contra él. En pocos años creció, al grado de ser incluido por la Revista Forbes primero como uno de los hombres con una fortuna de más de mil millones de dólares y después clasificarlo como un personaje influyente. Nunca las autoridades mexicanas desmintieron esas informaciones de la publicación estadounidense.
Independientemente de que su fama, mala por supuesto, traspuso nuestras fronteras y al ser considerado el delincuente más buscado en los cinco continentes, “el Señor”, como le llaman los demás reos, empezó a ser un personaje protagónico de telenovela. La ejecución de sus dos fugas de penales de alta seguridad, es muy comentada: Particularmente la del túnel de más de un kilómetro y medio, partiendo o terminando en el espacio dedicado al baño en la celda. Fue tan espectacular la evasión, tanto como la que hace años realizó el norteamericano Joel David Kaplan, al fugarse en un helicóptero que bajó al patio de la cárcel de Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, del todavía Distrito Federal.
Las declaraciones de la señora Rosa Isela Guzmán Ortiz que publicó el periódico británico The Guardian, colocan a Joaquín en un nuevo plano: estrella para una película de largometraje. La idea no es nueva y mucho se ha hablado de ello. Nadie duda que será un éxito taquillero. Seguramente que eso no lo pensó la mujer que ha dicho ser hija de “El Chapo”, quien, según ella, pagó campañas de políticos mexicanos, así como en dos ocasiones la visitó en California antes de que el narcotraficante fuese recapturado en Los Mochis, de su natal Sinaloa.
Otro de los ángulos en la tortuosa vida de Guzmán Loera, es el de galán. Ha tenido tres esposas y se afirma que tiene nueve hijos, aunque en el caso de Rosa Isela, “su papá” no se acuerda de quien es la mamá. Este enredo hace más interesante un guión, inclusive es tema para hacer una historieta como aquellas que salieron de la mente de José G. Cruz con personajes como el luchador El Santo. No debe extrañarnos si cualquier día de estos ponen a la venta un libro con la biografía “no autorizada” de Joaquín Guzmán Loera.
“El Chapo” por primera vez fue aprehendido en 1993 cuando andaba en Guatemala y entregado a la policía mexicana fue recluido en el penal de Almoloya de Juárez y meses después es trasladado a la prisión de Puente Grande, en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El 19 de enero de 2001, Guzmán Loera se fugó escondido en un carro que llevaba ropa del penal; salió por la puerta principal y doce años gozó de su libertad, hasta que el 22de febrero de 2014 lo encuentran en un departamento ubicado en la costera del puerto de Mazatlán. Inmediatamente es recluido en el penal del Altiplano, ocupando la celda número 20. De ahí salió por el túnel, huyó en una camioneta, luego en una avioneta y en los primeros días de este 2016 lo “pescaron”, de vuelta, por tercera ocasión, al Altiplano y de ahí en adelante surgieron versiones que reunidas, dan para que gane mucho dinero un audaz editor.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Por qué las autoridades policíacas, judiciales y penitenciarias insisten en estar creando un héroe, cuando lo tienen clasificado como el delincuente más peligroso, mundialmente?
