’ Se le apareció en sueños un ángel del Señor ’


No dejemos de soñar.

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’ Se le apareció en sueños un ángel del Señor ’
Religión
Diciembre 17, 2020 20:06 hrs.
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La Palabra de Dios

Viernes 18 diciembre, 2020

Primera lectura
Jr 23, 5-8
’Miren: Viene un tiempo, dice el Señor,
en que haré surgir un renuevo en el tronco de David:
será un rey justo y prudente
y hará que en la tierra se observen la ley y la justicia.

En sus días será puesto a salvo Judá,
Israel habitará confiadamente
y a él lo llamarán con este nombre:
‘El Señor es nuestra justicia’.

Por eso, miren que vienen tiempos, oráculo del Señor, en los que no se dirá: ‘Bendito sea el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto’, sino que se dirá: ‘Bendito sea el Señor, que sacó a los hijos de Israel del país del norte y de los demás países donde los había dispersado, y los trajo para que habitaran de nuevo su propia tierra’ ’.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Salmo Responsorial
Sal 71, 2. 7-8. 12-13. 17
R. (cf 7) Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio
y tu justicia, al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres
y regirá a tu pueblo justamente.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Al débil librará del poderoso
y ayudará al que se encuentra sin amparo;
se apiadará del desvalido y pobre
y salvará la vida al desdichado.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace grandes cosas.
Que su nombre glorioso sea bendito
y la tierra se llene de su gloria.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.

Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Señor nuestro, que guiaste a tu pueblo por el desierto
y le diste la ley a Moisés en el Sinaí,
ven a redimirnos con tu poder.
R. Aleluya.

Evangelio
Mt 1, 18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: ’José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio de hoy

Mirad que llegan días
Isaías es un profeta inteligente. Sabe dorar la píldora a los reyes y al pueblo. Lástima que la Iglesia, inteligentemente también, haya cercena los versículos previos del cap. 23, 1-4. Son una verdadera joya como diatriba a los malos pastores y guías del pueblo. El profeta recompone esa denuncia augurando tiempos mejores para el pueblo y prometiéndoles, de parte del Señor, en que ’vendrá un día…’ en que las cosas cambiarán. Siempre el futuro de esperanza. Suelo ser muy reiterativo con la esperanza profética, porque los profetas lo son: hombres de esperanza, porque de lo contrario el pueblo se rebelaría o se hundiría en su miseria interior y ya no caminaría al unísono. La esperanza es la única forma de aferrarnos al sentido salvador de la Alianza, de la promesa en que el pueblo vivirá en su propia tierra y se acabará para ellos la dispersión. En esa tierra propia y nueva llegará el Mesías. Saber descubrirlo es parte de nuestro cometido cotidiano. Cuesta, es verdad, pero…

Texto propio para este II domingo de Adviento, tiempo en el que renovamos no ya sólo la espera que por lo general es pasiva, sino la esperanza que tiene toda la fuerza activa que mira hacia el Salvador que se aproxima un año más en pocos días. Alguno puede preguntarse: Pero, ¿cuándo se hará realidad su llegada anunciada, anhelada, esperada…? Tranquilos. Cuando menos lo pienses: Él aparecerá en tu vida para llevarte consigo. Ese día será el Adviento definitivo. Todo los demás son conjeturas. Puedes estar seguro de que Él vendrá por ti, por mí, por los nuestros cuando crea que es el momento de mostrársenos. Mientras… a vivir de la esperanza.

Oh mi Señor, Pastor de la casa de Israel,

que te apareciste a Moisés en la zarza

ardiente y en el Sinaí le diste tu ley,

ven a librarnos con el poder de tu brazo.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente
Es un salmo para que el Rey, quizá el rey Salmón, sea justo y recto a la hora de dirigir a su pueblo, teniendo más cuidado de los débiles. ¡Es un clamor tantas veces desoído por los reyes y gobernantes! Es el clamor continuo del pueblo cristiano que tan desvalidos nos sentimos en muchos momentos.

Queremos que Jesús, ahora más que nunca, traiga justicia, equidad, rectitud y que se la dé a los gobernantes tan pagados de sí mismos, tan desinteresados por ayudar al pueblo, aunque sus palabras altisonantes y llenas de promesas- que siempre suena huecas- puedan ser algo, no mucho, creíbles y puestas en práctica. Asunto difícil de creer.

Se le apareció en sueños un ángel del Señor
Estos versículos son bellos. Hablan del compromiso matrimonial, de que María está sorpresivamente encinta, de que José era un hombre justo (y estoy convencido de que era joven; a la imaginación e imaginería religiosa le ha interesado ponerlo como anciano para justificar la virginidad de María), de rechazo en secreto y, al final, de un sueño.

Todas ellas son actitudes muy humanas y normales. No hay doblez en ninguno de los dos protagonistas, ni el Espíritu de Dios juega malas pasadas. Todo está en el plan de Dios desde antiguo: se trataba de que Dios con nosotros, Enmanuel, se hiciera presente, entrando en la Historia y en la historia personal, como alguien que va a jugar un papel salvador, sanador, perdonador.

Hacerse preguntas sin respuesta al leer o escuchar este texto es no haber entendido la forma de actuar de Dios, siempre sorpresivo, pero no antinatural. ¡Claro que Dios infundió su Espíritu en María! Demos de lado la racional biología y seamos capaces de transcender lo natural para ver la acción divina. El sueño, cualquier sueño profundo es reparador, clarificador, si en él descubrimos la presencia del Señor que siempre o muchas veces ha utilizado este método (camino) para manifestarse.

En cada uno de nosotros está la capacidad de interpretación sin alambicamientos de ningún tipo. Dejemos eso para los freudianos que suelen ver movimientos ocultos y extraños en ellos (a veces los hay), pero que en este caso es mucho más satisfactorio para nuestra fe fiarnos sin ambages de Dios, dejarle hacer a Él ser como quiere ser y como quiere manifestarse y así se cumpla la gran promesa, el gran anhelo del pueblo durante siglos esperado.

Dios no hace dar saltos a la naturaleza. Podría hacerlo, pero ¿para qué? No es su intención confundirnos, sino que veamos su presencia callada, fiel, pura alianza, entre Él y nosotros. Él es muy claro. Así que dejemos de retorcer los textos y sigamos soñando, porque los sueños, si son buenos, terminan haciéndose realidad. María soñó como joven hebrea en la posibilidad de recibir en sí al Mesías esperado. José soñó en la posibilidad de ser padre de ese Mesías. Los pastores soñaron… los sueños atraviesan la Biblia. Y creo que si somos sinceros, también nuestra vida está tejida de anhelos, esperanzas y factibles sueños.

No dejemos de soñar.
Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
Casa San Alberto Magno (Madrid)

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