’ Y el poder del Señor estaba con él ’


*¿Esperas o te arriesgas?

| | Desde guerrerohabla.com
’ Y el poder del Señor estaba con él ’
Religión
Diciembre 06, 2020 21:46 hrs.
Religión ›
Agencia Plata Pura › guerrerohabla.com

Memoria de San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia
La Palabra de Dios
Primera lectura
Is 35, 1-10
Esto dice el Señor:
’Regocíjate, yermo sediento.
Que se alegre el desierto y se cubra de flores,
que florezca como un campo de lirios,
que se alegre y dé gritos de júbilo,
porque le será dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.

Ellos verán la gloria del Señor,
el esplendor de nuestro Dios.
Fortalezcan las manos cansadas,
afiancen las rodillas vacilantes.
Digan a los de corazón apocado:

‘¡Ánimo! No teman.
He aquí que su Dios,
vengador y justiciero,
viene ya para salvarlos’.

Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos
y los oídos de los sordos se abrirán.
Saltará como un venado el cojo
y la lengua del mudo cantará.

Brotarán aguas en el desierto
y correrán torrentes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque
y la tierra sedienta, en manantial.
En la guarida donde moran los chacales,
verdearán la caña y el papiro.

Habrá allí una calzada ancha,
que se llamará ‘Camino Santo’;
los impuros no la transitarán,
ni los necios vagarán por ella.

No habrá por ahí leones
ni se acercarán las fieras.
Por ella caminarán los redimidos.
Volverán a casa los rescatados por el Señor,
vendrán a Sión con cánticos de júbilo,
coronados de perpetua alegría;
serán su escolta el gozo y la dicha,
porque la pena y la aflicción habrán terminado’’.
Palabra de Dios
Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial
Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R. (Is 35, 4d) Nuestro Dios viene a salvarnos.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R. Nuestro Dios viene a salvarnos.
La misericordia y la verdad se encuentran,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo.
R. Nuestro Dios viene a salvarnos.
Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas.
R. Nuestro Dios viene a salvarnos.

Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.

Ya viene el rey, el Señor de la tierra;
él nos librará de nuestra esclavitud.

R. Aleluya.

Evangelio
Lc 5, 17-26
Un día Jesús estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para que hiciera curaciones.

Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de entrar, para colocarlo delante de él; pero como no encontraban por dónde meterlo a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por entre las tejas lo descolgaron en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús. Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: ’Amigo mío, se te perdonan tus pecados’.

Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar: ’¿Quién es este individuo que así blasfema? ¿Quién, sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?’ Jesús, conociendo sus pensamientos, les replicó: ’¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Se te perdonan tus pecados’ o ‘Levántate y anda’? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados –dijo entonces al paralítico–: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’.

El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos, tomó la camilla donde había estado tendido y se fue a su casa glorificando a Dios. Todos quedaron atónitos y daban gloria a Dios, y llenos de temor, decían: ’Hoy hemos visto maravillas’.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio de hoy

Vamos a contarlo
En los cuentos, historias, películas… si llega un momento en el que se plantea: ’… y cuando todo parecía perdido, entonces…’ Es verdad, la vida no es un cuento, una historia, una película, porque dicen que la realidad siempre supera a la ficción, sí, eso me lleva a pensar que, si esto es cierto, porque no superar la ficción y poner todos los medios para que este sea un buen final para este año que estamos terminando.

Hemos oído que si nos hubiesen contado lo que iba a ocurrir no nos lo habríamos creído, pero ¿no es cierto que es una historia contada desde hace tiempo? Y ¿hemos hecho caso?, hasta que no hemos tenido la realidad encima no hemos sido del todo conscientes de la situación.

Pero ¿por qué no ser nosotros esos mensajeros de buena noticia, al igual que Isaías?, no vivamos un Adviento más, vivamos el Adviento, no preparemos nuestras casas como cada año, hagámoslo de la manera precisa que necesitamos este año, puede que no podamos reunirnos los de siempre, pero que eso no nos borre la esperanza, la ilusión y la alegría, hemos superado situaciones, sigamos haciéndolo y recuperemos los mensajes que nos parecían ya olvidados, necesitamos recuperar el espíritu de la Navidad que paraba guerras para unir a los bandos contrarios, necesitamos escuchar que vamos a poner todo de nuestra parte para seguir adelante, no sabemos si podremos salir o no, sólo que no vamos a dejar de intentarlo, que vamos a poner todas nuestras fuerzas, que nadie se va a quedar solo, que podemos dar un lugar en nuestra mesa para alimentar el cuerpo y el alma.

¿Quieres pertenecer al grupo de los que lo cuentan? ¿A quién vas a ayudar? ¿Qué mensaje de paz vas a transmitir? ¿Te vas a quedar mirando cómo otros lo hacen?

¿Esperas o te arriesgas?
En la cara de los personajes del Evangelio de hoy podríamos poner rostros muy cercanos a nosotros, aquellos que durante este tiempo han cargado la camilla de otros y han buscado el hueco necesario para ayudar, para salvar, para sanar… puede que el rostro que esté en uno de ellos sea el que ves en el espejo cada mañana. Algunos no sólo no vieron esos rostros, sino que quisieron taparlos para que no se acercaran, no transmitieran, no sabemos si el virus o la vergüenza ante la pasividad de otros.

Desde siempre la palabra ’derecho’ se ha pronunciado muy rápido, pero sin la palabra ’deber’ a su lado, el significado puede quedarse en lo que es recto, el antónimo de torcido, pero no la posibilidad de cada ser humano de tener una vida digna. No podemos separar el derecho del deber, si creemos que tenemos todos los derechos y que los deberes son para los otros pronto nos daremos de frente contra un muro de hormigón llamado libertad, seremos esclavos de nosotros mismos y de nuestra ignorancia.

Sigue habiendo muchos en nuestro mundo y no muy lejos de nosotros, que tienen muchos deberes, pero pocos derechos, que siguen recorriendo caminos interminables para poder vivir con lo necesario, con paz, libertad, para encontrar un trabajo con el que mantener a su familia, una formación para realizar tareas imprescindibles para el resto de su comunidad… pero no son bien vistos. Sigue habiendo muchos que creen que su pensamiento es el bueno y levantando una bandera bien grande que pone libertad, le cortan los caminos a los que piensan diferente, buscan otras posibilidades, otras opciones, porque entienden la libertad como la suya.

¿Vas a esperar a que otros hagan posibles tus derechos o vas a cumplir con tus deberes? ¿Te arriesgas a buscar soluciones a los problemas o simplemente protestas porque existen? ¿Qué quieres conseguir?

Hna. Macu Becerra O.P.
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


’ Y el poder del Señor estaba con él ’

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.