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Discurso inaugural de la Biblioteca Comunitaria "Los Pinos", espacio para reconstruir la paz

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Política
Mayo 04, 2021 11:24 hrs.
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Martín Dircio Chautla › codice21.com.mx

El pueblo que perdió su biblioteca.

El primer libro que leí se llama ’La lagartija que perdió la cola’, un cuento infantil que mi mamá le regaló a mi hermano menor. Lo considero el primero porque fue el primero que leí por gusto, yo ya tenía como 12 años. Soy un lector demorado.

Ya antes veía en casa unos cuentos de Tolstoi, el México profundo rondaba por ahí, el Diosero, el Llano en llamas y Un mexicano más, ’El libro encantado’ que a la fecha comentamos en las reuniones familiares.

Tuve la fortuna de que en casa siempre hubiera comida y libros. Llegó el momento en que pudimos tener un cuarto exclusivo para leer y hacer tareas, para entonces ya iba a la prepa y aunque las calificaciones eran aceptables, muy poco leía fuera de la escuela y sus implicaciones. Había una biblioteca en la Preparatoria 26, fui una vez en primer semestre y los libros que nos pasaron eran los mismo libros que ya llevábamos, los de texto no gratuitos. El bibliotecario murió cuando ya estábamos en quinto semestre, el resto del año escolar no abrió la biblioteca.
La misma situación con la biblioteca pública. Fuimos una vez en 2005, no encontramos la información requerida. Regresamos meses después y ya no estaba. A la fecha nadie sabe qué sucedió con el acervo.

Para ir a esa biblioteca pública había que caminar media hora o tomar la combi. Pero qué pasa si una niña quiere ir a la biblioteca y no hay nadie quien la acompañe. Qué pasa si un niño quiere hacer su tarea o por mero placer leer o dibujar, si en casa no hay libros, pocos los compramos pues son caros y primero hay que comprar comida.

La misma situación con el resto de equipamiento urbano. Mercados, bancos, canchas. No vamos porque están lejos, porque ir caminando cansa, porque la combi es cara e ir en bicicleta es peligroso.
Tenemos la fortuna de tener una escuela primaria y un preescolar en esta colonia, pero a dónde recurren sus alumnos cuando no entienden una tarea, qué pasa en esta situación: frustración, enojo, autoestima baja al creer que no son tan inteligentes como quienes sí entienden las tareas, pero recordemos que tenemos diferencias hasta en la forma y ritmo en que aprendemos, mas no en la capacidad. Kema tiueliske.

Los docentes ya tienen bastante trabajo, también padres y madres y aunque es su obligación atender a sus hijos e hijas, siempre es bueno tener ayuda en la educación, pues esta define el futuro de las personas y de los pueblos. Todo tipo de educación, desde saber las operaciones matemáticas básicas hasta ser amable, tener empatía y respetar a todas las personas sin excepciones.
Una educación basada en el respeto a los derechos humanos, a la integridad y la vida.

Vemos en las noticias cómo pueblos hermanos están armando a sus niños para defenderse, lamentable que se tenga que recurrir a eso, pero insisto en que un niño con un libro en una mano y en la otra un instrumento musical no podría sostener un arma, ni para atacar ni para defenderse, pero para eso primero sus padres deben tener empleo, estar vivos.

A estas alturas del conflicto social ya casi ninguna familia está exenta de que alguien haya sido amenazado, secuestrado o asesinado.

La situación es una maraña, pero la aportación de este grupo y razón de su existencia es encaminar a todas las personas, sobre todo a la juventud, que está vulnerable a unirse a grupos delictivos, a interesarse por el arte que en determinado momento puede ser una fuente de ingresos y de empleos. Para que además de alegrar su vida, alegre la de su pueblo con su obra.

En 2011 empezamos creando espacios para la libre expresión de cantantes de rap, hoy hemos trazado un camino hacia la paz, para que la gente de Los Pinos, de Chilapa y de cualquier parte sean partícipes de su reconstrucción. Porque a veces se habla de construcción de paz, pero paz ya había, no se va a construir de cero, habremos chalanes dispuestos a acarrear lo necesario, albañiles a pegar las piezas, profesoras que nos indiquen qué necesita esa aula, luchadores y luchadoras sociales y demás oficios que nos aporten su experiencia y tiempo, de manera comunitaria, equitativa y voluntaria. Pues la paz la vamos a reconstruir con voluntad y esta biblioteca será el despacho de diseño.

Quiero agradecer a todo el equipo de Wiltlan, disculpen por ser tan insistente, pero el aprecio que les tengo me obliga impulsarlos a crear un mundo mejor para sus retoños y familia en general, también agradezco a nombre de Wiltlan a las personas que han colaborado en cada proyectos o actividad, de no haber sido por ese apoyo hubiéramos desertado del activismo hace años. Por supuesto también a las personas de la colonia Los Pinos que nos han prestado el espacio y además felicitarlos porque hasta donde sé, son la única colonia en Chilapa y en muchas ciudades que tienen una casa de reuniones propia.

Con trabajo y perseverancia algún día Colectivo Wiltlan tendrá un espacio propio.

30 de abril, día de inauguración y día de la niñez. La Edad de oro fue escrita por José Martí para niñas y niños durante la guerra, para devolver la paz desde la lectura y escucha y para que desde la niñez expresaran sus ideas sin adoctrinamientos. Esta biblioteca también es para eso.

Para terminar, les contaré de manera breve la historia de La lagartija que perdió la cola. Había una vez una lagartija que perdió la cola y muy triste andaba por el mundo buscando una cola nueva, le pidió su cola a un buey, pero este le dijo que no podía, pues la necesitaba para espantar moscas, el pato le dijo que la necesitaba para nadar, el tlacuache para sujetarse, y así sucesivamente. Triste, regresó a casa. La mamá lagartija le dijo que no se preocupara, que a las lagartijas les volvía a salir la cola. Saltó de felicidad y le dijo a la ’autora de sus días’: nana, cuando alguien necesite una cola le daré la mía.

Así ha pasado con toda la gente que donó libros, aunque tal vez se quedaron sin libros volverán a tener otros, no porque les sobre, pues podrían acumularlos, pero han querido compartirlos con quienes no teníamos ninguno.

Lo mismo pasó con la biblioteca de Chilapa, la perdimos, como la lagartija su colita, pero Colectivo Wiltlan y las personas de Los Pinos han hecho posible que nos salga otra. Y como la lagartija vamos a colaborar para conformar otras bibliotecas comunitarias en los pueblos que así lo requieran.
Así como nos apoyaron, cuenten con este grupo.

Gracias por su apoyo, gracias por estar aquí.
Gracias por ser parte.

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