En las Nubes

A los que pueden, aún

A los que pueden, aún
Política
Octubre 27, 2014 10:00 hrs.
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Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Como según Progresa de Desarrollo Social ya todos los mexicanos disfrutamos de comida diaria, este es un consejo para aprovecharla desde el desayuno, explicado de manera fantástica por una especialista. Bueno, para no ser sarcásticos, a los que aún pueden y tienen con qué. ¡Cuánto nos alegra que la endocrinóloga Daniela Jacubowic se haya tomado el trabajo de ayudarnos a escribir este consejo! Viene, creemos, en la canasta básica de la secretaría de Desarrollo Social. Suena el despertador. El cerebro empieza a preocuparse: "Ya hay que levantarse y nos comimos, durante el sueño, todo el combustible'. Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. La sangre le responde:' Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más'. El cerebro hace un gesto de duda, y dice : 'De acuerdo, hablen con el hígado a ver qué tiene en reserva'. En el hígado consultan ahorros y responden que 'a lo sumo alcanzan para unos 20 a 25 minutos'. En total hay cerca de 290 gramos de glucosa. Es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro rogará a todos los santos que se nos ocurra el desayunar. Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 'Alerta máxima: nos tiran un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'. La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá al comprar útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta volver a comer. Como se ve, quien cree que si no desayuna, no se engaña: Come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es la pérdida del tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento. ¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día en ayunas, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas. Si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de 'grasa de reserva' y la persona engordará. La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.
Así que ya lo sabes, nunca salgas sin desayunar. Tu organismo te lo agradecerá y compensará con mejor salud. Podrás disfrutar y vivir más tiempo sano con tu familia. Si lo haces temprano la mente será más ágil y tus pensamientos más espontáneos. Y claro tendrás menos fatiga o, como dicen hoy, no te estresarás. Diríamos nosotros como colofón: desayuna bien, come mejor, pero no cenes. Ah, pero tienes que agradecérselo al joven señor de Los Pinos, si te alcanza o te lo dieron.
craveloygalindo@yahoo.com.mx

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