El matador de Tlaxcala Sergio Flores bordó el toreo para indultar a “Gibraltar” de la ganadería de Xajay con el que cerró plaza y de esta manera salir a hombros del coso de Insurgentes, mientras que sus alternantes Fermín Rivera se llevó un apéndice y el español Alejandro Talavante salió con las manos vacías al término de la décimo séptima corrida de la Temporada Grande 2014-2015 de la Monumental Plaza México.
En una tarde muy agradable y ante una buena asistencia se lidiaron toros de Vistahermosa para rejones, tres de Jaral de Peñas y tres de Xajay.
SERGIO FLORES
Sergio Flores, de grana y oro, cerró plaza con Gibraltar herrado con el número 83 y peso de 500 kilógramos que desde que salió para ser lanceado a la verónica se le vio buena pinta y que sería buena faena, de igual forma lució en quites y no se diga con la pañosa ya que el matador tlaxcalteca quien inició con par de cambiados por la espalda para luego meter algunos naturales y finalmente hacer la faena por el pitón derecho, le metió bien el engaño y el público se desgañitaba con los gritos de olé que a los cinco minutos de la faena comenzaron a lucir los pañuelos blancos pidiendo el indulto, mientras que el ruedo Sergio Flores seguía bordando el toreo a placer y comenzaron a escucharse los gritos de torero, torero. El toro seguía embistiendo por ambos lados al igual que con manoletinas tanda que remató con un derechazo y un natural a estas alturas el juez de plaza ya había concedido el perdón del burel y todavía Flores le sacó varios pases más por ambos lados para finalmente tomar una banderilla y con ella simular la espada que le dejó en el lomo y de ahí directo a los corrales con los aplausos del respetable público. Con el primero de su lote “Bogotano”, herrado con el número 27 y peso de 488 kilos de Jaral de Peñas, estuvo en torero al meterle la muleta por ambos lados con temple y muy torero voluntarioso para llevarse una oreja luego de pasaportar al astado con una estocada entera. Aquí el detalle fue que el regaló el apéndice a un niño.
FERMIN RIVERA
El potosino Fermín Rivera, de verde y oro, abrió la lidia ordinaria con “Agave Azul” herrado con el número 5 y peso de 485 kilos de Jaral de Peñas; lució con el percal con sus lances a la verónica y mejor en quites por chicuelinas y tafalleras; mientras que con la muleta inició su labor con pases por alto para ligarse con una tanda por derecha que remató con el de pecho, de igual forma lució con los naturales y con el cambio de mano por delante, además de estar en torero valiente y aguantar al burel cuando se le quedó corto. Mató de una entera para llevarse una oreja y aplausos para el toro en el arrastre. Con el cuarto de la tarde “Marismeño” de Xajay y con el número 24 y peso de 510 kilos, bien con el capote en lances y quites, mientras que con la sarga inició con cinco doblones y el de trinchera para realizar una buena faena al meter la muleta bien por ambos lados con pases templados, pero lamentablemente falló con el acero y ahí dejo ir el trofeo, además de escuchar dos avisos para únicamente saludar en el tercio con una buena ovación.
ALEJANDRO TALAVANTE
Alejandro Talavante, de azul noche y oro, con el segundo de la tarde “Romancero” 14 de Jaral de Peñas y con peso de 510 kilos, cumplió con el capote y con la muleta inició con pases por alto y derechazos en una faena muy meritoria ya que el toro tenía poca transmisión, aun así Talavante le buscó sin lograr nada interesante. Pasaportó de una entera, pero remató al burel al primer golpe de descabello. Con el quinto de la tarde “Ojo Alegre” con el número 73 y peso de 482 kilos de Xajay, no logró nada ante un toro complicado y muy difícil por lo que abrevió su faena y pasó dificultades con el acero, finalmente escuchó dos avisos y los abucheos del respetable.
RODRIGO SANTOS
El rejoneador Rodrigo Santos abrió el festejo con “Cubicuate” de Vistahermosa con el número 108 y peso de 515 kilos, al que le puso dos rejones de castigo contrarios, para lucir en el tercio de banderillas, pero el público le exigió un poco más de su toreo a cabello. Dejo en buen sitio el rejón de muerte, pero debió necesitar del descabello para ultimar al astado e irse con división de opiniones. Aplausos para el toro en el arrastre.
