Luego de las irregularidades en el gobierno de Bolivia, el presidente Evo Morales, renunció a su cargo, bajo la presión de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.
En sus declaraciones admitió que renunciaba al cargo de presidente para que Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales, palabras emitidas a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el 22 de octubre.
Poco antes de su renuncia los jefes de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Bolivia pidieron al presidente que dejara su cargo en medio de protestas por su cuestionada reelección en los comicios del 20 de octubre en los que hubo irregularidades.
Ante la renuncia polémica de Morales, las calles de La Paz se convirtieron en un carnaval, con el estallido de petardos y miles de manifestantes ondeando banderas bolivianas.