Zona Cero
Roberto Santos
Poco a poco se va acercando la fecha de la elección en el Suspeg y el apoyo que recibe el candidato de la Planilla Naranja Adolfo Calderón Nava, cada vez se percibe más claro.
La percepción dentro del Suspeg es que Adolfo va a ganar con amplio margen de votos.
Cierto es que para afirmar eso se necesitan datos duros resultados de una medición, pero dentro del sindicato se dan cuenta que los adversarios de Calderón no ha logrado levantar, y es que el candidato Naranja maneja una campaña de propuestas, de contenidos que generan confianza en el electorado.
Su actitud es propositiva y positiva, pues sabe de sus fortalezas, al liderar a través de las ideas.
Eso da una clara idea de cómo va a llevar las riendas del sindicato, aunque Adolfo ya es conocido y por experiencia saben que es de los líderes que se la juega por sus agremiados.
Quienes integran la planilla Naranja están convencidos que en esta campaña son más importantes las ideas para convencer que el dinero que se pueda utilizar para atraer votos.
Y es que los mismos suspegistas se dan cuenta cuando los contrincantes ya llegaron al tope en ciertos lugares, y ese tope son en ocasiones siete o diez simpatizantes, mientras que el lugar lo llenan con gente que no son sindicalistas.
Resulta curioso que varias de las fotos que publican muestran las espadas de la gente, porque no son agremiadas, y solo aparecen de frente quienes verdaderamente son suspegistas.
Es decir, utilizan una mala estrategia en el uso de las imágenes, pues no les está dando resultados, ya que los sindicalistas prácticamente se conocen la mayoría.
Es cierto que Acapulco está divido en sus secciones, una parte para Adela y otra para Adolfo, aunque se percibe mejor ánimo cuando se presenta el de la planilla Naranja, ya que en la memoria colectiva está arraigada la imagen de este candidato como un secretario que sabe enfrentar y solucionar los asuntos propios de los trabajadores, y no se esconde de los problemas ni de sus agremiados.
Adolfo y su equipo tienen proyectado ganar contundentemente en todas las regiones del estado, por eso no será nada raro que los ataques en su contra arrecien estos días que faltan para la elección, toda vez que van a querer descarrilar su candidatura mediante la guerra sucia.
Esperemos que el triunfo de Adolfo Calderón sea bien recibido y no se fracture la estructura del Suspeg, por el bien de todos sus agremiados.
Se debe tener claro que una campaña es la oportunidad que todos los candidatos presenten sus propuestas y que los supegistas están en la oportunidad de decidir quién será su líder durante los siguientes años.
Eso es sin duda un ejercicio que da vida democrática a este organismo sindical.
