R A F A G A
Jorge Herrera Valenzuela
En los ochenta años de gobiernos sexenales, los ajustes políticos han tenido diferentes características por las circunstancias que se viven. Los gobernadores, los senadores, los diputados federales o locales, los funcionarios de los tres niveles y los dirigentes del partido político en el poder, que se apartan de los lineamientos presidenciales, que “hablan demás” o simplemente “caen de la gracia del Señor” reciben un ajuste de cuentas. En algunos casos hubo violencia y disparos, en otros destierros, para algunos hubo prisión y proceso penal; a los gobernadores se les separaba del cargo. Hoy, en 2014, primero se arraiga o se denuncia y “luego se virigüa”.
Recordemos que el general Lázaro Cárdenas del Río cambió su gabinete “callista” al ser desterrado el llamado Jefe Máximo de la Revolución. Un pasaje poco conocido es el encarcelamiento del diputado constituyente Cándido Aguilar Vargas por ser opositor a la candidatura presidencial de don Adolfo Ruiz Cortines; el presidente Miguel Alemán lo exilió a Cuba, al salir del penal de Allende, en el puerto de Veracruz, donde estuvo procesado por el delito de disolución social. El general veracruzano Aguilar fue yerno de Venustiano Carranza y destacado político, llegó a ser gobernador de su patria chica y es recordado como uno de los liberales del Congreso de Querétaro.
Durante el gobierno del presidente Adolfo López Mateos fue asesinado el 23 de mayo de 1962 el líder agrarista Rubén Jaramillo Méndez junto con su esposa Epifania Zúñiga García que estaba embarazada y sus hijos Enrique. Ricardo y Filemón. López Mateos pocos días antes le había otorgado la amnistía, porque el político morelense andaba en un movimiento a favor de los campesinos. El capitán José Martínez Sánchez que estaba al servicio de los administradores del ingenio de Zacatepec, tenía cuentas pendientes con Jaramillo y aprovechó su posición de militar y con apoyo de policías federales consumó el múltiple asesinato. Sin embargo el caso quedó registrado como un crimen acreditado al sexenio lópezmateísta.
De los funcionarios federales que después de su función pisaron las cárceles y fueron sentenciados penalmente, por diferentes delitos, no pocos de los casos tuvieron como antecedente la rivalidad política, el pertenecer a grupos contrarios, a pesar de que en el siglo pasado todos eran priistas o estaban identificados al grupo que pertenecían. Es decir, así como unos si eran responsables de conducta delictuosa, otros simplemente estuvieron en prisión por “un ajuste de cuentas de orden político”. Alfredo Ríos Camarena, director del Fideicomiso Bahía de Banderas; Félix Barra García, secretario de la Reforma Agraria; Eugenio Méndez Docurro, secretario de Comunicaciones y Transportes; Jorge Díaz Serrano, director de Pemex; Fausto Cantú Peña, director del Instituto Mexicano del Café; Everardo Espino, director de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera, son algunos de los involucrados en “los ajustes”.
Los más célebres que llegaron a penales nacionales fueron Arturo “El Negro” Durazo Moreno, quien fuera Jefe de la Policía en el gobierno de José López Portillo y Pacheco. No sólo cometió delitos en su desempeño oficial, sino que se mofó del Ejército Mexicano al lucir el uniforme militar con insignias de general de división. El más reciente fue le ingeniero Raúl Salinas de Gortari, quien actualmente disfruta la fortuna de miles de millones de dólares y de bienes inmuebles que acumuló en el sexenio de su hermano menor. Acusado de homicidio permaneció diez años en prisión.
El sexenio de Enrique Peña Nieto inicia las acciones contra dos políticos. Recientemente a uno lo convirtió en gobernador interino, luego lo regresó a la secretaría general del gobierno y ahora lo tiene arraigado por 40 días para investigarlo por posibles nexos con la delincuencia organizada en su modalidad de narcotráfico. Jesús Reyna García está bajo la custodia de la Procuraduría General de la República, cuyo titular al tomar posesión de su cargo afirmó categóricamente que ya no habría arraigos. Reyna forjó el triunfo del enfermizo gobernador michoacano Fausto Vallejo y dicen que desde su campaña para gobernador el propio Vallejo lo envió a negociar con la gente de “La Familia” y ahora se comenta que el arraigado tiene ligas familiares con Salvador Gómez Martínez “La Tuta”, reconocido como el líder de “Los Caballeros Templarios”. Pronto veremos en que termina el caso.
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, hijo el extinto “Rey de la Basura”, fue cesado como presidente del PRI del D.F. porque se sospecha que ha manejado una red de prostitución, utilizando las oficinas del propio partido. Lo curioso es que tales cargos se los han hecho desde hace 10 años y en el comité nacional del tricolor nadie hizo caso del promotor de la violencia para asumir cargos. No está detenido, simplemente la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal comenzó la averiguación y en el PRI está dispuestos “a llegar hasta las últimas consecuencias”. También en este caso esperamos que no todo quede en el cesto de la basura.
PREGUNTA PARA MEDITAR
¿Nombrado un Comisionado especial para restaurar la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán, arraigado el que fuera gobernador interino y secretario de gobierno, cuál es el futuro de Fausto Vallejo?
