Postigo
José García Sánchez
Si hace unos meses los comediantes de Televisa aseguraban que el aumento del dólar no afectaba a los mexicanos, ahora seguramente se quedarán sin argumentos financieros a saber que sigue subiendo la moneda extranjera y, por si fuera poco, aumentará la gasolina partir de abril.
Es decir a 60 días antes de las elecciones para cambiar gobernadores en 13 estados, los beneficios de la reforma energética se vinieron abajo. La economía dependiente del vecino del norte se quiebra y doblega.
Ahora los comediantes de Televisa seguramente van a atribuir el alza del dólar a los atentados de Bélgica, y el sorpresivo incremento a las gasolinas a la contingencia ambiental, pero nada de eso nos afecta. Vivismo en el autismo mundial a pesar de la globalidad según la interpretación de los comediantes habilitados como analistas financieros por obra y gracia del gobierno federal.
A un mes de que el Banco de México suspendiera las subastas de 200 millones de dólares diarios para contrarrestar la volatilidad en el tipo de cambio, las reservas internacionales tuvieron una recuperación de 1.4% en dicho periodo de tiempo y al cierre de la semana pasada acumularon un total de 176 mil 939 millones de dólares. Esos activos, que sirven para enfrentar choques financieros provenientes del exterior, están muy lejos de alcanzar los 194.5 mil millones de dólares registrados en marzo del año pasado.
La mejor manera de comprobar que la reforma energética, y todas las demás, es un mito es el regreso al incremento de la gasolina. La Secretaría de Hacienda indicó que subirá ahora 2 centavos a partir de abril.
Luego de padecer un incremento mensual en el precio de la gasolina durante más de un sexenio, incremento que el propio Peña Nieto mantuvo por varios meses mientras preparaba su batería de spots en favor de la reforma energética donde aseguraba que bajaría de precio la energía eléctrica y la gasolina.
Los grandes genios de los que siempre se ha preciado contratar Pemex en todos los tiempos, fueron incapaces de pronosticar la caída del precio del petróleo que es, además un factor manipulable por los consumidores. La labora vegetativa dentro de la empresa de combustibles arroja ahora contradicciones que menosprecian la memoria y la inteligencia de los mexicanos.
Uno de los pocos beneficios anunciados y repetidos hasta el cansancio de la reforma energética era la reducción de precios al consumidor. Ahora se retractan. En la basura quedaron los millones de pesos gastados en convencer a la población acerca de los beneficios de una reforma que desde el principio olía a fracaso popular y a canonjías empresariales nacionales y extranjeras.
Pero los spots también acreditaban, o intentaron acreditar, la vigencia y validez de un sistema de partidos en los que se asienta nuestra vida democrática. Pero los spots desde el inicio sonaron falsos.
El Pacto por México no tuvo como objetivo el beneficio de la población sino de las cúpulas partidistas y de unos cuantos funcionarios públicos que enriquecerán más aún a empresarios petroleros del extranjero principalmente.
Con el aumento al precio de la gasolina caen varios mitos que desde el inicio del sexenio trataron de imponer como verdades y aunque esas mentiras se repitieron miles de veces nadie las creyó.
Ahora el PRI se ve en la urgente necesidad de incrementar el precio de la gasolina para no ahogarse en la quiebra de un gobierno, cuyos integrantes aseguraron saber cómo gobernar y prometió salvar a México. Ahora quién nos salva de ellos.
