Ante el inminente cambio de rector en la Máxima Casa de Estudios y noticias a veces poco halagüeñas sobre paros de labores y casos de violencia en algunos de sus campus, los trabajadores interinos conforman el sector más vulnerable de la máxima casa de estudios de la nación. Si embargo es el sector que da la cara a la sociedad y enaltece el lema: ’orgullosamente UNAM’
Sostuvo lo anterior el catedrático Gabino Barreda Snyder una de esas figuras que a diario transitan en sus aulas formando generaciones de alumnos y que, además, forma parte de una familia que ha estado presente en la vida académica de México desde el ilustre tatarabuelo educador positivista, filósofo y periodista del Siglo XIX Gabino Barreda y Moisés, primer director de la Escuela Nacional Preparatoria
Arquitecto y catedrático de la propia UNAM en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Gabino Barreda Snyder también se ha distinguido por representar y defender los intereses laborales de los profesores del área de arquitectura teniendo muy en cuenta estos principios, además de incorporar algo fundamental: ’Amor a la Universidad, que en muchos casos las autoridades universitarias burocratizadas no conocen y ni les interesan los valores de la UNAM’.
’Dignidad y honestidad por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como docente aunado a un fuerte sentido de identidad y pertenencia como egresado distingue a sus egresados’, afirma Gabino Barreda, tataranieto maestro y pensador contemporáneo de Benito Juárez.
Considera Barreda Snyder que la situación de los docentes de la Universidad, concretamente de los interinos (que no tienen plazas), es vulnerable y sin continuidad, ’siendo que somos quienes damos la cara a los alumnos, a sus padres y a la sociedad’, parte fundamental que es la que, a fin de cuentas, sostiene el prestigio universitario y el nivel académico de esta institución educativa reconocida como una de las mejores a nivel internacional, incluso en Brasil y Europa en donde no existe ninguna de esa magnitud; ’asunto que el siguiente rector no debe pasar por alto y sí darle el merecido reconocimiento, pero no sólo en lo económico’.
En cuanto a la cuestión de la identidad, categóricamente afirma que la Universidad Nacional Autónoma de México la tiene muy remarcada y en alto concepto: ’En otras escuelas de educación superior no es así, pues lo universitarios se distinguen con la pulsera, con la chamarra o la calcomanía en el coche y ni qué decir de la porra (Cachún, cachún, ra, rá). Y existen arquitectos muy competentes y excelentes egresados de otras escuelas, pero individualistas, cosa que no sucede con los de la UNAM porque son más solidarios y tienden a trabajar en equipo’.
Calificado por sus alumnos como ’buen maestro y buena onda’, el arquitecto Barreda dice que siente ’chido’ ver su nombre en calles, escuelas y hasta en un premio de excelencia académica de la misma UNAM para los egresados de licenciatura con mejor promedio, pero que no deja de ser el de su tatarabuelo, por lo que él mismo está forjando su prestigio a partir de realizar investigaciones sobre las formas y tendencias de la geometría en la arquitectura además de una carrera docente ininterrumpida de 30 años.
A pregunta expresa sobre lo que pensaría su tatarabuelo al ver ahora en lo que se ha convertido su proyecto de educación superior positivista y laica, aclara: ’Estaría enojado con los alumnos conformistas, pero no con los docentes’.
