Para ’salvar’ la temporada turística de Navidad y Año Nuevo, el Gobierno de Acapulco que encabeza la presidenta Adela Román Ocampo intensifica acciones de concientización con el objetivo de frenar contagios de COVID-19 entre visitantes y residentes.
El secretario de Turismo Municipal, José Luis Basilio Talavera, informó que las medidas preventivas instrumentadas en el municipio tienen como finalidad mantener a Guerrero en fase naranja y avanzar al amarillo del semáforo epidemiológico.
Indicó que todas las de pendencias tienen la responsabilidad de participar en la mitigación de la pandemia y que las tareas han sido reforzadas en la zona turística en coordinación con las direcciones de Salud y del Instituto de la Juventud.
’La idea es no parar la actividad turística, hoy estamos en semáforo naranja y vamos a sostenernos otras semana más, pero la intensión es no regresar al semáforo rojo porque sería catastrófico, eso representaría el cierre de empresas y de playas, despido de personal y la falta de ingresos para las familias’, explicó.
Basilio Talavera destacó que el uso de cubrebocas en Acapulco es obligatorio, medida que deben respetar los turistas y por ello realizan las brigadas a pie tierra y perifoneo para hacer conciencia de que la protección personal evitará que aumenten los contagios, tras reconocer que cuando el puerto registra alta ocupación se presentan nuevos casos de COVID-19 en días posteriores.
La ocupación hotelera de este sábado en Acapulco registró 37.3 por ciento. La zona Diamante registró el 40.7 por ciento, la Dorada el 37.8 por ciento y la Tradicional alcanzó los 21 puntos porcentuales.
Durante este puente vacacional de la Revolución se prevé la llegada de más de 60 mil visitantes de diferentes estados del país y turistas extranjeros, quienes generarán una derrama económica de aproximadamente de 160 millones de pesos, según cálculos del gasto que realizarán en su estancia de dos a tres días en el puerto.
