Por Guillermo Fárber
Hay que recordar siempre a este paladín de la contracultura gringa, ácido humorista, célebre por sus bromas sobre las drogas, las palabrotas y la decadencia de la humanidad. Además de problemas coronarios, había padecido (but of course) adicción a las drogas. A lo largo de casi medio siglo de carrera, Carlin alcanzó la fama gracias a su afilado sentido del humor, que, con su inconfundible imagen calva y barbada, lo convirtió desde los años setenta en un clásico azote anti establishment.
Como su predecesor Lenny Bruce (1925–1966, nacido Leonard Alfred Schneider; hay una película de 1974, Lenny, estelarizada por Dustin Hoffman, que es una biografía de este legendario comediante que escandalizó a los EU de los años 50 y 60 con su humor audaz y provocativo; luchó contra las leyes de la opresión sexual y la censura), Carlin fue un renegado social con talento y sentido del humor.
En 1978 su acidez radiofónica lo llevó ante un tribunal que sentenció que los sketches de Carlin eran “indecentes” y lo excluyó de horarios infantiles. Carlin recibió varios premios Grammy a lo largo de su carrera. Sus alfilerazos giraban en torno de un tema central: la humanidad es una especie maldita y condenada. “No tengo creencias ni lealtades. No creo en este país, no creo en la religión ni en dios, y no creo en todas esas ideas institucionales creadas por el hombre”, señaló en 2001.
Su humor fue calificado de “salvajemente gracioso”, y se recuerdan en especial sus “brillantes observaciones subversivas sobre los absurdos de la vida estadounidense” (como Mark Twain y algunos otros).
ALGUNOS CHISPAZOS SUYOS
“En este país cualquiera puede llegar a presidente; ese es el problema.” “Lucha por la paz es como coger por la virginidad.” “Aguas cuando los dos partidos se ponen de acuerdo en alguna medida legislativa: generalmente significa que se está cocinando un engaño más grande de lo usual.”
“La razón real por la que no podemos tener a los Diez Mandamientos grabados en las paredes de los tribunales es que no se puede poner ‘No robarás’, ‘No cometerás adulterio’, ‘No mentirás’, en un edificio lleno de abogados, jueces y políticos: eso crearía un ambiente de trabajo hostil.”
“Los conservadores dicen que si no das más dinero a los ricos, estos perderán su incentivo para invertir. En cuanto a los pobres, los conservadores nos dicen que han perdido todo incentivo porque les hemos dado demasiado dinero.”
“¿Se han preguntado por qué los Republicanos están siempre tan interesados en promover el trabajo voluntario en sus comunidades? Se debe a que los voluntarios trabajan sin paga. Y desde hace mucho tiempo los Republicanos intentan que la gente trabaje de gratis.”
“En cuanto abandonas el útero, los conservadores no se vuelven a interesar por ti hasta que cumples la edad militar. Entonces te conviertes en un objeto interesante para ellos: los conservadores quieren bebés vivos para que puedan crecer y convertirse en soldados muertos.”
“Estoy por completo a favor de la separación de Iglesia y Estado. Pienso que si de por sí cada una de esas instituciones nos aplasta, juntas ciertamente significarían aniquilación absoluta.” “¿Saben cuál es la parte buena de tanta ejecuciones judiciales en Texas? Menos texanos.”
“Hoy muchos políticos andan pidiendo cambio. Igual que los limosneros.”
“Garganta Profunda. Piensen en ello. Es una figura importante en la historia de la política nacional, cuyo nombre surge de una película porno. ¿Cómo le hacen los maestros para abordar este tema?” “No creo que debiéramos gobernarnos a nosotros mismos. Lo que necesitamos es un rey. Así, de vez en cuando, si no hace bien su trabajo, lo matamos y asunto arreglado.”
“Los dueños de este país conocen la verdad: se llama Sueño Americano porque tienes que estar dormido para creerlo.” “Este país fue formado por un grupo de dueños de esclavos que querían… ¡ser libres!
De manera que mataron a un montón de hombres blancos ingleses para poder continuar siendo dueño de sus hombres negros africanos, y poder seguir aniquilando al resto de los hombres rojos nativos en su avance rumbo al oeste y robarles el resto de la tierra a los hombres morenos mexicanos, y así poder contar con terrenos desde los cuales despegar para arrojar sus bombas nucleares sobre los hombres amarillos japoneses. De modo que un lema adecuado para este país sería:
‘Denme un color cualquiera, y yo lo borro del mapa.”
