DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Comentábamos ayer que los candidatos designados por el PRI para los estados de Oaxaca y Tamaulipas hacen ver que la dirigencia nacional del partido se encuentra convencida que la maquinaria del partido se encuentra perfectamente aceitada para ganar la mayor parte de los comicios que tendrán lugar el próximo cinco de junio.
Con las nominaciones de Alejandro Murat Hinojosa y Baltasar Hinojosa, para Oaxaca y Tamaulipas, los priistas solamente tendrán que designar a tres aspirantes más para los estados de Hidalgo, Puebla y Quintana Roo, en los que los aspirantes se encuentran perfectamente definidos.
En el caso de Oaxaca, la nominación de Alejandro Murat fue recibida por los priistas con las reservas del caso, aunque se confía en que el pacto de unidad firmado por los aspirantes proporcione el resultado esperado y el exdirector del Infonavit salga avante el próximo cinco de junio.
Oaxaca es un estado gobernado hoy por la alianza PAN-PRD-Convergencia (ahora transformado en Movimiento Ciudadano) que habrá de refrendarse para competir con una misma plataforma.
Pero en Tamaulipas el fenómeno se reproducirá y los adversarios del PRI formaron otro frente común, para frenar las aspiraciones de Baltazar Hinojosa Ochoa, sin parentesco alguno con el abanderado del PRI en Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa.
Exalcalde Matamoros, diputado federal vigente y con un amplio curriculum, Hinojosa Ochoa tendrá enfrente a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, otro exalcalde fronterizo (Reynosa) que cuenta con buen cartel en el estado.
Hinojosa Ochoa y García Cabeza de Vaca fueron alcaldes al mismo tiempo de ciudades fronterizas de Tamaulipas (uno por el PRI y el otro por el PAN), ya bajo el gobierno de Eugenio Hernández Flores.
Ambos han sido tres veces legisladores, el priista diputado federal en las tres ocasiones, mientras que el panista fue diputado federal, local y senador.
Contra García Cabeza de Vaca se inició una guerra sucia, para vincularlo a Grupos delincuenciales en su paso por la alcaldía, algo que es frecuente en Tamaulipas, donde el crimen organizado sentó sus reales desde principios de la década de los 80 en que amplió su ramificación que antes se circunscribía a Matamoros, municipio del que curiosamente, fue alcalde el candidato priista, Baltasar Hinojosa.
Es curioso como otro exalcalde Matamoros y que fungió todo un sexenio como gobernador del estado, Tomás Yarrington Ruvalcaba, hoy es buscado por la interpol por diversos delitos, entre los que destaca el lavado de dinero.
Tamaulipas es uno de los cinco estados que elegirán gobernador el próximo cinco ce junio, en el que no se ha presentado la alternancia y donde la oposición al PRI se juega una de sus cartas fuertes.
Cuenta a su favor con uno de los perores gobiernos de la actualidad, ya que la administración de Egidio Torre Cantú ha sido omisa en todos los casos a los reclamos de sus gobernados.
Egidio llegó de rebote al gobierno, debido a los trágicos acontecimientos en que perdió la vida el entonces candidato priista, Rodolfo Torre Cantú, quien se encontraba sumamente posicionado en las encuestas y era claro favorito para obtener la victoria.
Rodolfo fue asesinado unos cuantos días antes de los comicios, por lo que el PRI pensó en nominar a su hermano, quien ya había fungido como presidente municipal sustituto en Ciudad Victoria de Eugenio Hernández Flores, quien había sido nominado al gobierno del estado, posición que ejercía en aquel entonces.
Hoy la ineficacia de Torre Cantú pone en un predicamento a su partido, ya que aunado al mal desempeño de Egidio Torre Cantú se suma el posicionamiento del panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
La selección del priista Baltasar Hinojosa Ochoa no fue sorpresa de ninguna forma, ya que su nombre saltó siempre como favorito, por encima del de Alejandro Etienne Llano, alcalde Ciudad Victoria y quien era impulsado por el propio gobernador Torre Cantú.
Un personaje con gran respaldo en la entidad, que ganó reconocimiento por su paso por el Tribunal Superior de Justicia, Etienne Llano sabía que no le alcanzaría para la nominación el respaldo que le otorgaba el gobernador de la entidad, quien no es bien visto en algunos de los altos círculos del poder.
Tampoco le alcanzaba al candidato del dirigente nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones, ya que Marco Antonio Bernal Gutiérrez ha sido el eterno aspirante a la candidatura al gobierno de Tamaulipas que una y otra vez se queda en la orilla de la nominación y mucho menos a María del Carmen (Paloma) Guillén Vicente o a Alejandro Guevara, quien ha sido hasta en tres ocasiones diputado federal y fue dirigente nacional de los jóvenes priistas.
En Tamaulipas se produjo una de las primeras alianzas entre el partido de la derecha (PAN) y el de la izquierda (PRD), en el ahora lejano 1992 cuando llevaron de candidato al eterno parmista Jorge Cárdenas González, quien obtuvo el 25 por ciento de los sufragios contra el 66 por ciento del ganador Manuel Cavazos Lerma.
Seis años más tarde, Tomás Yarrington obtuvo 53 por ciento contra el 26 por ciento de Gustavo Cárdenas Gutiérrez que abanderó al PAN y hoy milita en el Movimiento Ciudadano.
Para 2004 Eugenio Hernández Flores con los colores del PRI incrementó el porcentaje al 58 por ciento contra el mismo Gustavo Cárdenas nominado por el PAN quien subió al 32 por ciento.
En 2010 ocurrió el asesinato del candidato del PRI que provocó una reacción favorable al priismo que alcanzó con un candidato improvisado el 61 por ciento de los votos contra el 30 por ciento de sufragios del panista José Julián Sacramento.
Para el cinco de junio, se espera una contienda más cerrada, donde la moneda se encuentra en el aire.
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